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JEREMÍAS 4

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4
1¡Ojalá te convirtieras, Israel,
—oráculo del Señor—,
ojalá volvieras a mí!
Si quitas de mi vista
tu culto abominable,
no andarás perdido.
2Si juras sinceramente
«por vida del Señor»,
con derecho y con justicia,
las naciones se bendecirán,
se alabarán entre sí
en el nombre del Señor.#Is 19,24-25; 65,16.
Nueva llamada al arrepentimiento
3Pues así dice el Señor
a la gente de Judá y a Jerusalén:
Cultiven nuevas fincas
y no siembren entre espinos.
4Circuncídense para el Señor, extirpen
el prepucio de sus corazones,
gente de Judá y de Jerusalén;
para que no estalle mi ira como fuego
y arda sin que nadie la extinga,
a causa de sus malas acciones.#21,12; Dt 10,16.
Alarma ante el avance enemigo
5Anúncienlo en Judá,
háganlo saber en Jerusalén,
toquen la trompeta en el país;
proclámenlo, confírmenlo,
digan: «Juntémonos y entremos
en las ciudades fortificadas».
6Alcen la enseña hacia Sion;
en marcha, no se detengan,
pues traigo una desgracia del norte,
acompañada de una gran calamidad.#1,13-15+; Jl 2,1.
7Sube un león de la espesura,
se apresta un destructor de pueblos;
ya está saliendo de su escondrijo
para hacer de tu tierra un erial;
tus ciudades serán incendiadas,
todas quedarán deshabitadas.
8Vístanse, pues, de sayal;
hagan duelo y laméntense,
que no se aparta de nosotros
el incendio de la ira del Señor.#Is 5,25.
9Aquel día —oráculo del Señor—
se hundirá el ánimo del rey
y también el de los príncipes;
los sacerdotes quedarán espantados,
los profetas sin palabras.
10Yo dije: «Ay, Señor mi Dios, ciertamente
engañaste a este pueblo y a Jerusalén,
pues dijiste que tendrían paz,
pero la espada amenaza su garganta».
Vientos de guerra
11En aquel tiempo dirán
a este pueblo y a Jerusalén:
«Un aire sofocante llega de las dunas,
avanza por el desierto camino de la capital».
No es un viento para aventar o cribar,
12sino un viento poderoso a mis órdenes.
Ahora es el momento de lanzar
mis acusaciones contra ellos.
13Mírenlo avanzar como las nubes,
sus carros igual que el torbellino,
sus caballos más ligeros que las águilas.
¡Ay de nosotros, seremos devastados!#Is 5,28.
14Limpia tu corazón de maldad,
Jerusalén, si quieres salvarte.
¿Hasta cuándo ocuparán tu pecho
tantos proyectos criminales?#Is 1,16; Stg 4,8.
15La voz de un mensajero llega desde Dan,
noticias de muerte de la montaña de Efraín.
16Comuniquen esto a las naciones,
háganlo saber en Jerusalén:
Llegan dando gritos de tierras lejanas,
lanzan sus voces contra los pueblos de Judá;
17te asedian en torno como guardias de campo,
por haberte rebelado contra mí
—oráculo del Señor.
18Tu propia conducta y tus acciones
te han acarreado estas cosas;
tu maldad ha acabado en amargura,
te ha penetrado hasta el corazón.
El profeta se queja de la falta de perspicacia
19¡Ay mis entrañas, mis entrañas!
¡Cómo me tiembla el corazón!
Tengo el corazón palpitando,
no puedo seguir en silencio.
He oído el sonido de la trompeta,
el alarido que preludia la guerra;#Lm 1,20.
20se anuncia desastre tras desastre,
devastación a lo largo del país.
De pronto son arrasadas las tiendas,
en un momento el campamento.#10,20; Ez 7,26.
21¿Hasta cuándo veré el estandarte,
escucharé el sonido de la trompeta?
22Mi pueblo es un necio,
ni siquiera me conoce;
son gente insensata,
que no recapacita;
expertos en el mal,
inexpertos para el bien.#5,21; 8,7; Dt 32,28; Is 27,11; Os 4,6; Mi 7,3.
Dimensiones cósmicas del desastre
23Miré a la tierra: caos y vacío;
al cielo: ausencia de luz.
24Miré a los montes: temblaban;
todas las colinas se estremecían.#Na 1,5.
25Miré y no había ni un ser humano,
habían volado hasta los pájaros.
26Miré y el vergel era estepa,
los pueblos estaban arrasados,
por la ira ardiente del Señor.#Na 1,6; Sal 107,33-34.
27Pues así ha dicho el Señor:
Devastado quedará el país,
pero no provocaré su fin.
28Por ello el país hará duelo,
arriba el cielo se oscurecerá.
Lo dije y no me arrepiento,
lo he pensado y no me desdigo.#Nm 23,19; Is 33,9; Os 4,3.
Duelo por Sion
29Griterío de jinetes y arqueros
ponen en fuga a la ciudad:
penetran en la maleza,
suben por los desfiladeros.
La ciudad ha sido abandonada,
no han quedado habitantes en ella.
30Y una vez devastada, ¿qué harás,
tú, que te vistes de púrpura,
te adornas con joyas de oro
y resaltas tus ojos con sombra?
De nada sirve embellecerte;
tus amantes te han rechazado,
y solo buscan tu muerte.
31Oigo quejidos de parturienta,
angustias como de primeriza:
son quejidos y suspiros de Sion,
que estira doliente sus brazos:
¡Ay de mí, que estoy agotada,
me están quitando la vida!#6,24; 13,21; 22,23; Is 21,3.

Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' encontramos que el capítulo 4 del Jeremías se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.

El libro Jeremías de la Biblia tiene 52 capítulos. Y en el capítulo 4 podemos encontrar 31 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.

No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 4 del libro Jeremías de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 4 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 4 de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Santa Biblia.