<

Eclesiastés, 8:4

>

Eclesiastés, 8:4

La palabra del rey tiene autoridad final, y nadie puede pedirle cuenta de sus actos.


Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá, Qué haces?


Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá: Qué haces?


pues la palabra del rey es soberana y nadie le dirá: «¿Qué haces?»


porque la palabra del rey es su potestad, ¿y quién le dirá, qué haces?


Porque la palabra del rey es ſu potestad: y quien le dirá, Que hazes?


La palabra del rey tiene autoridad final, y nadie puede pedirle cuenta de sus actos.


La palabra del rey tiene autoridad final, y nadie puede pedirle cuenta de sus actos.


La palabra del rey es soberana: ¿quién puede pedirle explicaciones?


Puesto que la palabra del rey es soberana, ¿quién le dirá: Qué haces?


El rey tiene la autoridad de dar órdenes y nadie puede decirle lo que tiene que hacer.


La palabra del rey es soberana: ¿quién puede pedirle explicaciones?


Tras el mandato del rey hay gran poder, y nadie puede oponérsele u objetarlo.


Puesto que la palabra del rey es soberana, ¿quién le dirá: «¿Qué haces?»?


Sus órdenes tienen el respaldo de su gran poder. Nadie puede oponerse ni cuestionarlas.


Puesto que la palabra del rey tiene autoridad, ¿quién puede pedirle cuentas?


Pues la palabra del rey tiene poder. ¿Quién le pedirá cuenta de lo que hace?


Ya que la palabra del rey tiene poder, ¿quién le preguntará lo que hace?


La palabra del rey es ley, y nadie puede cuestionarle nada.


Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá, Qué haces?


La autoridad del rey no se discute. Nadie puede pedirle cuentas. El rey puede hacer lo que quiera. Por eso no hay que salir de su presencia sin su permiso, ni tampoco insistir en hacer lo malo.


La autoridad del rey no se discute. Nadie puede pedirle cuentas. El rey puede hacer lo que quiera. Por eso no hay que salir de su presencia sin su permiso, ni tampoco insistir en hacer lo malo.


El versiculo Eclesiastés, 8:4 de los Textos Sagrados que componen la Biblia es algo que debemos tomar en todo momento en consideración con la finalidad de meditar en torno a él. ¿Qué trataba de manifestarnos el Señor con el versículo Eclesiastés, 8:4? ¿En qué ocasiones de nuestra vida diaria seremos capaces de recurrir a aquello que aprendemos gracias al versículo Eclesiastés, 8:4 de Las Sagradas Escrituras?

Meditar acerca de el versículo Eclesiastés, 8:4 nos ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la razón por la cual es útil apoyarse en el versículo Eclesiastés, 8:4 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.