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CAPIT. XXII.
QVE todo hombre del linage sacerdotal que aconteciere eſtar immundo, por qualquier cauſa que ſea, ſe abstenga de comer de las offrendas todo el tiempo de ſu immundicia. II. Lo mismo manda a todo estraño que no fuere de la familia del Sacerdote. III. Que el animal, que ouiere de ſer offrecido en sacrificio, ſea entero y persecto, el que tuuiere alguna de las faltas aqui selialadas, no sera accepto. Y que ſea offrecido por sacerdote legitimo. IIII. Que el animal no ſea apto para sacrificio antes de los ocho dias deſpues de ſu nacimiẽto y que no seã degolla dos la madre y el hijo enel mismo dia. V. Que el sacrificio de accion de gracias ſea comido el mismo dia que fuere offrecido. VI, Encomienda la sanctificacion de ſu Nombre con promeſſa que el ſe sanctificará en medio de ſu Pueblo.
1Y Habló Iehoua à Moyſen, diziendo, 2Dià Aaron, y à ſus hijos, que ſe abstengan de las sanctificaciones de los hijos de Iſrael: y que no ensuzien mi sancto nombre en lo que ellos me sanctificã: Yo Iehoua. 3Diles, En vuestras generaciones todo varon, que llegare, de toda vuestra ſimiente, à las sanctificaciones, que los hijos de Iſrael sanctificaren à Iehoua, teniendo immundicia ſobre ſi, ſu anima ſerá cortada de delante de mi: Yo Iehoua. 4 Qualquier varon de la ſimiente de Aaron, que fuere leproso, o padeciere fluxo de ſimiente, no comera de las sanctificaciones haſta que ſea limpio: y el que tocare qualquiera coſa immunda de mortezino, o el varon del qual ouiere ſalido derramadura de ſimiente, 5O el varon, que ouiere tocado qualquiera reptil, por el qual ſerá immundo, o hombre por el qual ſerá immundo conforme à toda ſu immundicia, 6La perſona que lo tocare, ſerá immunda haſta la tarde: y no comerá de las sanctificaciones, antes que aya lauado ſu carne con agua. 7Y quando el Sol ſe pusiere, alimpiarsehá, y deſpues comerá de las sanctificaciones, porque ſu pan es. 8 Mortezino ni despedaçado no comerá para contaminarſe en ello: Yo Iehoua. 9Y guarden mi obseruancia, y no lleuen peccado por ello, y mueran por ello, quando la profanaren: Yo Iehoua, que los sanctifico.
10¶ Ningun estraño comerá sanctificacion: el huesped del Sacerdote, ni el jornalero, no comerá sanctificacion. 11Mas el Sacerdote, quando cõprâre perſona de ſu dinero, eſta comerá deella, y el nacido en ſu caſa, estos comeran de ſu pan. 12Empero la hija del sacerdote quando ſe casare con varon estraño, ella no comera de la apartadura de las sanctificaciones. 13Mas ſi la hija del sacerdote fuere biuda, o repudia da, y no tuuiere ſimiente, y ſe ouiere buelto à la caſa de ſu padre, como en ſu mocedad, del pan de ſu padre comerá, y ningun estraño coma deel. 14Y el que comiere por yerro sanctificacion, añidirá ſobre ella ſu quinto, y darloha al Sacerdote con la sanctificacion. 15Y no contaminarán las sanctificaciones de los hijos de Iſrael, las quales apartan para Iehoua. 16 Ni les harán lleuar la iniquidad del peccado comiendo las sanctificaciones de ellos: porque yo Iehoua ſoy el que los sanctifico.
17¶ Itẽ, habló Iehoua à Moyſen, diziẽdo, 18Habla à Aaron, y à ſus hijos, y à todos los hijos de Iſrael, y diles, Qual quier varõ dela Caſa de Iſrael, y de los estrãgeros en Iſrael, que offreciere ſu offrẽda por todos ſus votos, y por todas ſus offrendas voluntarias, que offrecieren à Iehoua en holocausto, 19 De vuestra voluntad offrecereys entero, macho, de vacas, de corderos, o de cabras. 20Ninguna coſa en que aya falta offrecereys, porque no ſerá accepto por vosotros. 21 Itẽ, el hõbre, quãdo offreciere sacrificio de pazes à Iehoua, para offrecer voto, o para offrecer voluntariamente, de vacas, o de ouejas, entero, enelqual no aurá falta, ſerá accepto. 22Ciego, o perniquebrado, o cortado, o berrugoso, o sarnoso, o roñoso, no offrecereys estos à Iehoua, ni pondreys deestos offrenda encẽdida ſobre el altar de Iehoua. 23Buey, o carnero, que tenga de mas, o de menos podrás offrecer por offrêda voluntaria: mas por voto, no ſerá accepto. 24Herido, o magullado, rompido o cortado, no offrecereys à Iehoua, ni en vuestra tierra lo hareys. 25Itẽ, de mano de hijo de estrãgero no offrecereys el pan de vuestro Dios de todas estas coſas, porque ſu corrupcion eſta en ellas, falta ay en ellas, no ſe os acceptarán.
26¶ Itẽ habló Iehoua à Moyſen, diziẽdo, 27El buey, o el cordero, o la cabra, quãdo naciere, ſiete dias estará à las tetas de ſu madre, mas desde el octauo dia en adelante sera accepto para offrenda de sacrificio encendido à Iehoua. 28Y buey, o carnero, no degollareys en vn dia à el y à ſu hijo.
29¶ Item, quando sacrificardes sacrificio de hazimiẽto de gracias à Iehoua, de vuestra voluntad lo sacrificareys. 30En el mismo dia ſe comerá, no dexareys del, para otro dia: Yo Iehoua.
31¶ Y guardad mis mandamientos, y hazeldos: Yo Iehoua. 32Y no ensuzieys mi sancto nombre, y yo me sanctificaré en medio de los hijos de Iſrael: Yo Iehoua, que os sanctifico, 33Que os saqué de la tierra de Egypto para ſer vuestro Dios: Yo Iehoua.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'Biblia del Oso 1573' encontramos que el capítulo 22 del Levítico se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Levítico de la Biblia tiene 27 capítulos. Y en el capítulo 22 podemos encontrar 33 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 22 del libro Levítico de la versión 'Biblia del Oso 1573' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 22 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 22 de la versión 'Biblia del Oso 1573' de la Santa Biblia.