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Los hijos de Adán y Eva (4,1–5,32)
Caín y Abel
1Adán se unió a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín. Y dijo:
—He tenido un hombre gracias al Señor. 2Después dio a luz a Abel, hermano de Caín. Abel se dedicó a criar ovejas, y Caín a labrar la tierra.
3Al cabo de un tiempo, Caín presentó de los frutos del campo una ofrenda al Señor. 4También Abel le ofreció las primeras y mejores crías de su rebaño.
El Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, 5pero no miró del mismo modo a Caín y a la suya. Entonces Caín se irritó sobremanera y puso mala cara. 6El Señor le dijo:
—¿Por qué te irritas? ¿Por qué has puesto esa cara? 7Si obraras rectamente llevarías la cabeza bien alta; pero como actúas mal el pecado está agazapado a tu puerta, acechándote. Sin embargo, tú puedes dominarlo.
8Caín propuso a su hermano Abel que fueran al campo y, una vez allí, Caín atacó a su hermano y lo mató.#Mt 23,35; Lc 11,51; 1 Jn 3,12. 9El Señor le preguntó a Caín:
—¿Dónde está tu hermano Abel?
Él respondió:
—No lo sé, ¿acaso soy yo el guardián de mi hermano?
10Entonces el Señor replicó:
—¡Qué has hecho! La sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.#Heb 12,24. 11Por eso, ahora quedarás bajo la maldición de la tierra que ha abierto sus fauces para recibir la sangre de tu hermano que tú has derramado. 12Aunque labres la tierra, no te volverá a dar sus frutos. Andarás por el mundo errante y vagabundo.
13Caín respondió al Señor:
—Mi crimen es demasiado terrible para soportarlo. 14Si hoy me condenas al destierro y a ocultarme de tu presencia, tendré que andar errante y vagabundo por el mundo, expuesto a que me mate cualquiera que me encuentre.
15El Señor le dijo:
—¡No será así! Si alguien mata a Caín deberá pagarlo multiplicado por siete.
Y el Señor marcó con una señal a Caín, para que no lo matase quien lo encontrara. 16Caín se alejó de la presencia del Señor y fue a vivir al país de Nod, al este de Edén.
Descendientes de Caín
17Caín se unió a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc. Luego Caín fundó una ciudad, a la que le puso el nombre de su hijo Enoc.
18Enoc engendró a Irad, y este engendró a Mejuyael. Mejuyael engendró a Metusael, y este a Lámec. 19Lámec tuvo dos mujeres: una de ellas se llamaba Adá y la otra Selá. 20Adá dio a luz a Jabal, el antepasado de los pastores nómadas. 21Jabal tuvo un hermano llamado Jubal, el antepasado de los que tocan la cítara y la flauta. 22Selá, a su vez, dio a luz a Tubalcáin, forjador de herramientas de bronce y de hierro. Tubalcáin tuvo una hermana que se llamaba Naamá.
23Un día, Lámec dijo a Adá y Selá, sus mujeres:
—Escúchenme mujeres de Lámec,
presten atención a mis palabras:
He matado a un hombre por herirme
y a un muchacho por golpearme;
24Si Caín ha de ser vengado siete veces,
Lámec lo será setenta y siete.
Set y su descendencia
25Adán volvió a unirse a su mujer, y ella tuvo un hijo al que llamó Set, pues se dijo:
—Dios me ha concedido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín.
26Set tuvo también un hijo al que llamó Enós. Desde entonces se comenzó a invocar el nombre del Señor.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' encontramos que el capítulo 4 del Génesis se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Génesis de la Biblia tiene 50 capítulos. Y en el capítulo 4 podemos encontrar 26 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 4 del libro Génesis de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 4 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 4 de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Santa Biblia.