12
Jesús, modelo de constancia
1Estamos, pues, rodeados de una ingente muchedumbre de testigos. Así que desembaracémonos de todo impedimento, liberémonos del pecado que nos cerca y participemos con perseverancia en la carrera que se nos brinda.#1 Co 9,24-27; Flp 3,12; 1 Tm 6,12. 2Hagámoslo con los ojos puestos en Jesús, origen y plenitud de nuestra fe. Jesús, que, renunciando a una vida placentera, afrontó sin acobardarse la ignominia de la cruz y ahora está sentado junto al trono de Dios.#1,3; 2,10; 8,1; Sal 110,1; Mt 22,44. 3Tengan, por tanto, en cuenta a quien soportó una oposición tan fuerte de parte de los pecadores. Si lo hacen así, el desaliento no se apoderará de ustedes.
Pedagogía paternal de Dios
4En realidad, aún no han llegado ustedes a derramar sangre en su lucha contra el pecado, 5pero sí han olvidado la exhortación paternal que les dirige la Escritura: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor ni pierdas el ánimo cuando él te reprenda,#Pr 3,11-12 (versión griega de los LXX); Ap 3,19. 6pues el Señor corrige a quien ama y castiga a quien reconoce como hijo. 7Acepten ustedes la corrección, que es señal de que Dios los trata como a hijos. ¿Hay, en efecto, algún padre que no corrija a su hijo?#Dt 8,5; 2 Sm 7,14. 8Pero si quedan privados de la corrección que todos reciben, es que son bastardos y no hijos legítimos.
9Además, si en la tierra hemos tenido unos padres que nos han corregido y, sin embargo, los hemos respetado, ¿no deberemos, con mucha más razón, someternos al Padre sobrenatural si queremos tener vida? 10Aquellos, en efecto, nos educaban según sus criterios para una vida corta; este, en cambio, nos educa para algo provechoso, a saber, para que participemos de su propia santidad. 11Ninguna corrección resulta placentera cuando se recibe; al contrario, es desagradable. Mas a la postre, a quienes se sirven de ella para ejercitarse, les reporta frutos de paz y rectitud.#2 Co 7,8-11; Stg 3,18. 12Así pues, ármense de valor y no se dejen vencer por el cansancio,#Is 35,3. 13y encaminen sus pasos por senderos llanos para que el pie cojo no sufra una nueva torcedura, sino que pueda, más bien, sanar.#Pr 4,26 (versión griega de los LXX).
V. Jesucristo, fuente y modelo de vida cristiana (12,14–13,19)
Fidelidad a la vocación cristiana
14Procuren estar en paz con todos y llevar una vida de consagrados; sin ello nadie verá al Señor. 15Manténganse vigilantes para que nadie quede privado de la gracia de Dios; para que ninguna planta dañina, capaz de perturbar y emponzoñar a toda una multitud, crezca entre ustedes;#Sal 34,14; Rm 12,8. #6,8; Dt 29,17. 16para que nadie viva entregado a la lujuria o a una conducta irreligiosa como Esaú, que, por un solo plato de comida, cedió sus derechos de primogénito.#Gn 25,33-34. 17Más tarde, como saben, quiso recibir en herencia la bendición, pero en vano; aunque lo suplicó entre lágrimas, ya no pudo cambiar lo que había hecho.#Gn 27,34.
18Ustedes no se han acercado a una montaña de esta tierra. No han tenido que enfrentarse a un fuego ardiente, a las oscuras tinieblas o al fragor de la tormenta;#Ex 19,16-21; 20,18-21; Dt 4,11-12; 5,23-27. 19tampoco al clamor de la trompeta o al sonido de aquellas palabras que, al oírlo, hizo suplicar a los israelitas que no les hablara Dios. 20Y es que les resultaba intolerable lo que se les había prescrito: Cualquiera que ponga el pie en la montaña, aunque se trate de un animal, morirá apedreado.#Ex 19,12-13. 21Era tan estremecedor el espectáculo, que el mismo Moisés exclamó: Estoy aterrorizado y lleno de miedo.#Dt 9,19.
No rechazar al Señor
22Ustedes, en cambio, se han acercado a la montaña de Sion, a la ciudad del Dios viviente, la Jerusalén celestial, a la multitud festiva de los ángeles,#Ga 4,26; Ap 3,12; 5,11; 21,2.10 (ver Heb 11,10). 23a la asamblea de quienes han sido inscritos como primeros ciudadanos de los cielos, a Dios que es juez de todos, a los espíritus de los que, habiendo vivido rectamente, han alcanzado la meta,#Sal 50,6. 24a Jesús, en fin, mediador de una alianza nueva, cuya sangre, rociada sobre nosotros, clama con más elocuencia que la de Abel.#8,6-13; 9,15; 11,4; Lc 23,20; 1 Pe 1,2.
25Estén, pues, atentos a no rechazar la voz de Dios. Porque si los que rechazaron a quien hablaba desde la tierra no consiguieron escapar, ¿qué sucederá con nosotros si volvemos la espalda a quien nos habla desde el cielo? 26Entonces su voz hizo temblar la tierra; ahora mantiene lo que prometió cuando dijo: Haré temblar una vez más no solo la tierra, sino también el cielo.#Ag 2,6. 27Con las palabras «una vez más» indica que lo inestable, por ser criatura, va a ser transformado y solo permanecerá lo inconmovible.#Sal 96,9-11. 28Y puesto que somos nosotros los que recibimos ese reino inconmovible, seamos agradecidos, tributemos a Dios un culto agradable con reverencia y respeto.#Dn 7,28. 29Que no en vano nuestro Dios es un fuego devorador.#Dt 4,24; 9,3; Is 33,14.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' encontramos que el capítulo 12 del Hebreos se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Hebreos de la Biblia tiene 13 capítulos. Y en el capítulo 12 podemos encontrar 29 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 12 del libro Hebreos de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 12 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 12 de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Santa Biblia.