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Primera elegía
1¡Qué solitaria se encuentra
la ciudad superpoblada!
Ha quedado como viuda
la grande ante las naciones.
La reina de las provincias
se ha convertido en esclava.*
2Pasa las noches llorando,
riega el llanto sus mejillas;
no hay nadie que la consuele
entre todos sus amantes;
sus amigos la han dejado
y se le han vuelto enemigos.#2,18; Jr 9,17; Sal 6,6.
3Desterrada y humillada,
Judá sufre esclavitud
y habita entre las naciones
sin encontrar su morada;
todos sus perseguidores
le han dado caza en su asedio.
4De luto están las calzadas
de Sion, sin peregrinos;
sus puertas están en ruinas
y sus sacerdotes gimen;
sus doncellas se lamentan
y ella padece amargura.#Is 3,26; Jn 14,2.
5Sus enemigos la oprimen,
sus adversarios prosperan,
porque el Señor la ha afligido
por sus copiosos pecados;
sus niños van al destierro
delante del enemigo.#2,17; Dt 28,25; Sal 89,42.
6Sion se ha visto privada
de toda su majestad;
sus príncipes, como ciervos
que no han encontrado pastos,
caminan desfallecidos
ante sus perseguidores.
7Recuerda Jerusalén
días tristes de vida errante,
cayendo en mano enemiga
sin que nadie la ayudara.
Los enemigos, al verla,
se burlaban de su ruina.
8¡Jerusalén ha pecado:
por eso ha quedado impura!
Los que la honraban la humillan
porque la han visto desnuda;
ella también se lamenta
y hasta se vuelve de espaldas.#Is 47,3; Sal 13,4; 35,19.
9Su impureza está en sus ropas,
no pensó en tales extremos.
Su caída fue increíble
y ya no hay quien la consuele.
«Mira, Señor, mi desgracia
y el triunfo del enemigo».
10Mano ha puesto el enemigo
sobre todos sus tesoros;
ella ha visto a los paganos
profanar el santuario,
aunque tú habías prohibido
que entraran en tu asamblea.#Dt 23,4; 2 Re 24,13; Ez 44,7-9.
11Toda su gente se queja,
anda en busca de alimento;
cambian sus joyas por pan
para mantenerse vivos.
«Mira, Señor, y contempla
en qué vileza he caído».
12¿No les dice nada a ustedes,
los que van por el camino?
Miren bien si hay un dolor
como el dolor que me aflige,
que el Señor me castigó
el día de su furor.#4,11; So 2,2-3; Dn 9,12 (ver Rm 2,5; Ap 6,17).
13Desde el cielo mandó un fuego
que me ha abrasado los huesos;
tendió una trampa a mi paso
y me hizo volver atrás;
me ha dejado destrozada
y sufriendo todo el día.
14Con mi delito hizo un yugo
bien atado por su mano
y me lo cargó en el cuello,
debilitando mis fuerzas;
pues me ha entregado mi Dios
a quien no puedo hacer frente.#Dt 28,48; Is 63,3.
15Desbarató a mis valientes
mi Dios en medio de mí;
llamó contra mí un ejército
para acabar con mis jóvenes.
¡Mi Dios pisó en el lagar
a la virgen de Judá!
16Por eso yo estoy llorando
y mis ojos vierten lágrimas,
porque no hay quien me consuele
ni quien me devuelva el ánimo.
Mis hijos están atónitos
por la victoria enemiga.
17Aunque Sion tiende sus manos,
no hay nadie que la consuele.
Mandó el Señor que a Jacob
lo cercasen enemigos;
Jerusalén ha quedado
mancillada en medio de ellos.#Jr 30,14.
18El Señor ha sido justo,
pues me opuse a su mandato.
Escúchenme, pueblos todos,
y contemplen mi dolor:
mis jóvenes y doncellas
se marcharon al destierro.
19Pedí auxilio a mis amantes,
pero ellos me traicionaron.
Mis sacerdotes y ancianos
murieron en la ciudad
buscando algún alimento
con que reanimar sus vidas.
20Contempla, Señor, mi angustia:
mis entrañas se estremecen,
dentro el corazón se agita
porque he sido muy rebelde.
Fuera me quedo sin hijos
y en casa ronda la muerte.#Dt 32,25; So 1,14-18.
21Aunque escuchan mis gemidos,
¡no hay nadie que me consuele!
Mi enemigo oye mi mal
y celebra lo que has hecho.
¡Haz que llegue el día anunciado
y corra mi misma suerte!
22Ten presente su maldad
y trátalo a él también
como me has tratado a mí
por todas mis rebeldías.
¡Que son muchos mis lamentos
y mi corazón flaquea!#Jr 51,35-37.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' encontramos que el capítulo 1 del Lamentaciones se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Lamentaciones de la Biblia tiene 5 capítulos. Y en el capítulo 1 podemos encontrar 22 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 1 del libro Lamentaciones de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 1 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 1 de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Santa Biblia.