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No juzgar a la ligera
(Lc 6,37-38.41-42)
1No juzguen a nadie, para que Dios no los juzgue a ustedes.#Rm 2,1; 14,10; Stg 4,11-12 (ver 1 Co 5,12). 2Porque del mismo modo que juzguen a los demás, los juzgará Dios a ustedes, y los medirá con la misma medida con que ustedes midan a los demás.#Mc 4,24. 3¿Por qué miras la brizna que tiene tu hermano en su ojo y no te fijas en el tronco que tienes en el tuyo? 4¿Cómo podrás decirle a tu hermano: «Deja que te saque la brizna que tienes en el ojo», cuando tienes un tronco en el tuyo? 5¡Hipócrita! Saca primero el tronco de tu ojo, y entonces podrás ver con claridad para sacar la brizna del ojo de tu hermano.
6No entreguen las cosas sagradas a los perros, ni echen sus perlas a los cerdos, pues las pisotearán y, revolviéndose, los harán pedazos a ustedes.
Orar con confianza
(Lc 11,9-13)
7Pidan, y Dios los atenderá; busquen, y encontrarán; llamen, y Dios les abrirá la puerta.#Mc 11,24; Jn 14,13-14; 15,7; 16,23-24; Stg 1,5; 1 Jn 3,22; 5,14-15. 8Pues todo el que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, Dios le abrirá la puerta. 9¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10¿O si le pide pescado, le dará una serpiente? 11Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre que está en los cielos se las dará también a quienes se las pidan!
La regla de oro
(Lc 6,31)
12Pórtense en todo con los demás como quieren que los demás se porten con ustedes. ¡En esto consisten la ley de Moisés y las enseñanzas de los profetas!#5,17; 11,13; 22,40; Lc 16,16 (ver 24,44); Jn 1,45; Hch 13,15; 24,14; 28,23; Rm 3,21; 13,8-10.
Dos puertas y dos caminos
(Lc 13,24)
13Entren por la puerta estrecha. La puerta que conduce a la perdición es ancha, y el camino fácil, y muchos son los que pasan por ellos. 14En cambio, es estrecha la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y son pocos los que lo encuentran.#ver Hch 14,22.
Los falsos profetas
(Lc 6,43-44)
15Tengan cuidado con los falsos profetas. Se acercan a ustedes haciéndose pasar por ovejas, cuando en realidad son lobos feroces.#10,16; 24,11; Ez 22,27; Lc 6,26; Jn 10,12; Hch 20,29; 2 Pe 2,1; 1 Jn 4,1 (ver Ap 16,13; 19,20; 20,10). 16Por sus frutos los conocerán, pues no pueden recogerse uvas de los espinos, ni higos de los cardos.#ver Stg 3,11-12. 17Todo árbol sano da buenos frutos, mientras que el árbol enfermo da frutos malos. 18Por el contrario, el árbol sano no puede dar fruto malo, como tampoco puede dar buen fruto el árbol enfermo. 19Los árboles que dan mal fruto se cortan y se hace una hoguera con ellos.#3,10; Lc 3,9; 13,7-9; Jn 15,6. 20Así pues, también ustedes conocerán a los falsos profetas por sus frutos.
Entrar o no entrar en el reino de los cielos
(Lc 6,46; 13,25-27)
21No todos los que dicen: «Señor, Señor» entrarán en el reino de los cielos, sino los que hacen la voluntad de mi Padre que está en los cielos.#5,20; 6,10; Rm 2,13; 1 Jn 2,17. 22Muchos me dirán en el día del juicio: «Señor, Señor, mira que en tu nombre hemos profetizado, y en tu nombre hemos expulsado demonios, y en tu nombre hemos hecho muchos milagros».#Is 2,11; 10,3; Jr 14,14; 27,15; Mc 9,38; Lc 9,49; 1 Co 1,8; 3,13; 1 Ts 5,4; 2 Ts 1,10. 23Pero yo les contestaré: «Ustedes me son totalmente desconocidos. ¡Apártense de mí, pues se han pasado la vida haciendo el mal!».#10,33; 13,41; 24,41; 25,41 (ver 2 Tm 2,12).
Parábola de los dos cimientos
(Lc 6,47-49)
24Todo aquel que escucha mis palabras y obra en consecuencia, puede compararse a una persona sensata que construyó su casa sobre un cimiento de roca viva.#5,19; Stg 1,22-24. 25Vinieron las lluvias, se desbordaron los ríos y los vientos soplaron violentamente contra la casa; pero no cayó, porque estaba construida sobre un cimiento de roca viva. 26En cambio, todo aquel que escucha mis palabras, pero no obra en consecuencia, puede compararse a una persona necia que construyó su casa sobre un terreno arenoso. 27Vinieron las lluvias, se desbordaron los ríos y los vientos soplaron violentamente contra la casa, y esta se hundió terminando en ruina total.#ver Ez 13,11.
Conclusión del discurso
28Cuando Jesús terminó este discurso, la gente estaba profundamente impresionada por sus enseñanzas, 29porque les enseñaba con verdadera autoridad y no como los maestros de la ley.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' encontramos que el capítulo 7 del San Mateo se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro San Mateo de la Biblia tiene 28 capítulos. Y en el capítulo 7 podemos encontrar 29 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 7 del libro San Mateo de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 7 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 7 de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Santa Biblia.