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Jesús da de comer a unas cuatro mil personas
(Mt 15,32-39)
1Por aquellos días se reunió otra vez mucha gente. Como no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:#6,35-44; Mt 14,14-21.
2—Me da lástima esta gente. Ya hace tres días que están conmigo y no tienen nada que comer. 3Si los despido y los dejo ir a sus casas en ayunas, van a desfallecer por el camino. Y algunos han venido de lejos.
4Los discípulos le contestaron:
—Pero ¿de dónde podrá uno sacar pan para dar de comer a todos estos en este lugar apartado?
5Jesús les preguntó:
—¿Cuántos panes tienen ustedes?
Ellos contestaron:
—Siete.
6Jesús dispuso que la gente se sentara en el suelo. Luego tomó los siete panes, dio gracias a Dios, los partió y se los fue dando a sus discípulos para que ellos los distribuyeran. Y los discípulos los distribuyeron entre la gente. 7Tenían además unos cuantos peces; Jesús los bendijo y mandó que los repartieran. 8Todos comieron hasta quedar satisfechos, y todavía se recogieron siete espuertas de los trozos sobrantes de pan. 9Luego Jesús despidió a la multitud, que era de unas cuatro mil personas. 10A continuación subió a la barca con sus discípulos y se dirigió a la región de Dalmanuta.
Petición de una señal milagrosa
(Mt 16,1-4)
11Llegaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús. Para tenderle una trampa, le pidieron que hiciera alguna señal milagrosa de parte de Dios.#Is 7,10-14; Mt 12,38; 16,1; 19,3; 22,15.35; Lc 11,16; Jn 6,30 (ver 1 Co 1,22). 12Pero Jesús, suspirando profundamente, dijo:
—¿Por qué pide esta gente una señal milagrosa? ¡Les aseguro que no se les dará señal alguna!#Mt 12,39; Lc 11,29.
13Y, dejándolos, se embarcó de nuevo y pasó a la otra orilla del lago.
El pan y la levadura de los fariseos y de Herodes
(Mt 16,5-12)
14Los discípulos habían olvidado llevar pan. Solamente tenían uno en la barca. 15Jesús les recomendó:
—Miren, cuídense de la levadura de los fariseos y de Herodes.#Lc 12,1 (ver 1 Co 5,6-8; Ga 5,9).
16Los discípulos comentaban unos con otros: «Esto lo dice porque no hemos traído pan». 17Pero, dándose cuenta de ello, Jesús les dijo:
—¿Por qué están comentando que les falta el pan? ¿Tan embotada tienen la mente que no son capaces de entender ni comprender nada?#4,13; 6,52; 7,18. 18¡Ustedes tienen ojos, pero no ven; tienen oídos, pero no oyen! ¿Ya no se acuerdan#Jr 5,21; Ez 12,2 (ver Mc 4,12 y Hch 28,26). 19de cuando repartí cinco panes entre cinco mil personas? ¿Cuántos cestos llenos de trozos sobrantes recogieron?
Le contestaron:
—Doce.
20—Y cuando repartí siete panes entre cuatro mil personas, ¿cuántas espuertas de trozos sobrantes recogieron?
Le contestaron:
—Siete.
21Y Jesús les dijo:
—¿Y aún siguen sin entender?
Curación de un ciego en Betsaida
22Cuando llegaron a Betsaida, le presentaron a Jesús un ciego y le pidieron que lo tocase.#7,32-33; Jn 9,6. 23Jesús tomó de la mano al ciego y lo condujo fuera de la aldea. Allí le untó los ojos con saliva, puso las manos sobre él y le preguntó:
—¿Ves algo?
24El ciego abrió los ojos y dijo:
—Veo a la gente. Son como árboles que andan.
25Jesús le puso otra vez las manos sobre los ojos, y entonces el ciego comenzó a ver perfectamente. Estaba curado y hasta de lejos podía ver todo con toda claridad. 26Después, Jesús lo mandó a su casa, encargándole que ni siquiera entrase en la aldea.#8,26: en la aldea: Numerosos mss. dicen: encargándole que ni entrara en la aldea ni tampoco dijera nada a nadie de la aldea.
Declaración de Pedro acerca de Jesús
(Mt 16,13-20; Lc 9,18-21)
27Jesús y sus discípulos se fueron a las aldeas de Cesarea de Filipo. Por el camino les preguntó:
—¿Quién dice la gente que soy yo?
28Ellos contestaron:
—Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías, y otros, que alguno de los profetas.#6,14-15; Mt 11,14; Lc 9,7-8.
29Jesús volvió a preguntarles:
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy?
Entonces Pedro declaró:
—¡Tú eres el Mesías!
30Pero Jesús les mandó que no hablaran a nadie sobre él.
III. Revelación de Jesús como Mesías sufriente (8,31–16,8)
Hacia Jerusalén (8,31–10,52)
Jesús anuncia por primera vez su muerte y su resurrección
(Mt 16,21-23; Lc 9,22)
31Entonces Jesús empezó a explicarles que el Hijo del hombre tenía que sufrir mucho; que había de ser rechazado por los ancianos del pueblo, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley; que luego lo matarían, pero que al tercer día resucitaría.#9,12.30-31; 10,33-34; Mt 17,12.22-23; 20,18-19; Lc 9,44; 17,25; 18,32-33 (ver Hch 17,3). 32Les hablaba con toda claridad. Pedro entonces, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. 33Pero Jesús se volvió y, mirando a sus discípulos, reprendió a su vez a Pedro, diciéndole:
—¡Apártate de mí, Satanás! ¡Tú no piensas como piensa Dios, sino como piensa la gente!
34Luego Jesús convocó a la gente y a sus propios discípulos y les dijo:
—Si alguno quiere ser discípulo mío, deberá olvidarse de sí mismo, cargar con su cruz y seguirme.#Mt 4,19; 10,38; Lc 14,27. 35Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que entregue su vida por mi causa y por la causa del evangelio, ese la salvará.#Mt 10,39; Lc 17,33; Jn 12,25. 36Pues ¿de qué le sirve a uno ganar el mundo entero si pierde su propia vida? 37¿O qué podrá dar una persona a cambio de su vida? 38Pues bien, si alguno se avergüenza de mí y de mi mensaje delante de esta gente infiel y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga rodeado de la gloria de su Padre y acompañado de los santos ángeles.#Mt 10,33; Lc 12,9; 2 Tm 2,12.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' encontramos que el capítulo 8 del San Marcos se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro San Marcos de la Biblia tiene 16 capítulos. Y en el capítulo 8 podemos encontrar 38 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 8 del libro San Marcos de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 8 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 8 de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Santa Biblia.