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RUT 4

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4
La boda y el hijo
1Boaz fue a sentarse a la puerta de la ciudad y cuando pasó el rescatador del que antes había hablado, lo llamó:
—Oye, paisano, acércate y siéntate aquí.
Él se acercó y se sentó.#3,12. 2Luego convocó a diez ancianos de la ciudad y les dijo:
—Siéntense aquí.
Y ellos se sentaron.
3Entonces Boaz dijo al rescatador:
—Noemí, que ha vuelto de las tierras de Moab, vende la parcela de tierra que pertenecía a nuestro pariente Elimélec. 4He pensado hacértelo saber y decirte que la compres delante de los presentes y de los ancianos del pueblo. Si quieres rescatarla, rescátala. Y si no quieres, dímelo, para que yo lo sepa; pues a ti te corresponde el derecho de rescate antes que a mí.
El otro contestó:
—Sí, la compro.#Gn 23,18; Lv 25,25; Jr 32,8.
5Pero Boaz le dijo:
—Si te haces cargo del campo de Noemí, también debes hacerte cargo de Rut, la moabita, la esposa del difunto, a fin de conservar su apellido junto a su heredad.#Gn 38,8; Dt 25,5-6.
6Entonces dijo el rescatador:
—En ese caso yo no puedo hacerlo, porque perjudicaría a mis herederos. Te cedo mi derecho de rescate, pues yo no puedo ejercerlo.
7Antiguamente existía en Israel esta costumbre: cuando se trataba del derecho de rescate o de intercambios, uno se quitaba su sandalia y se la daba al otro para cerrar el trato. Y así se daba fe.#Dt 25,9.
8Así pues, el rescatador dijo a Boaz:
—Compra tú la parcela.
Luego se quitó la sandalia y se la dio. 9Entonces Boaz dijo a los ancianos y a todos los presentes:
—Ustedes son hoy testigos de que adquiero todas las posesiones de Elimélec y las de Majlón y Quilión de manos de Noemí; 10y de que también tomo como esposa a Rut, la moabita, mujer de Majlón, para conservar el apellido del difunto junto a su heredad y para que no desaparezca su nombre entre sus parientes y en su ciudad. Ustedes son testigos.
11Todos los que estaban en la puerta de la ciudad y los ancianos dijeron:
—Sí, somos testigos. Que el Señor haga a la mujer que va a entrar hoy en tu casa como a Raquel y Lía, las dos que edificaron la casa de Israel. Que hagas fortuna en Efrata y adquieras fama en Belén.#Gn 35,23-26. 12Que por la descendencia que el Señor te conceda de esta joven, tu familia sea como la de Peres, el hijo que Tamar dio a Judá.#Gn 38,29; Mt 1,3.
13Entonces Boaz tomó a Rut y la convirtió en su esposa. Se unió a ella y el Señor hizo que concibiera y diera a luz un hijo. 14Las mujeres decían a Noemí:
—¡Bendito sea el Señor que no te ha privado hoy de un rescatador que será famoso en Israel!#Lc 1,58. 15El niño te dará nuevos ánimos y te sostendrá en la vejez, pues te lo ha dado tu nuera, la que tanto te ama y es para ti más valiosa que siete hijos.#1 Sm 1,8.
16Noemí tomó en brazos al niño, lo recostó en su regazo y se convirtió en su nodriza. 17Las vecinas le querían poner nombre, diciendo:
—¡Noemí ha tenido un hijo!
Así que le llamaron Obed. Fue el padre de Jesé y el abuelo de David.
Genealogía de David
(1 Cr 2,5-15)
18Estos son los descendientes de Peres: Peres engendró a Jesrón, 19Jesrón a Ram, Ram a Aminadab, 20Aminadab a Najsón, Najsón a Salmá, 21Salmá a Boaz, Boaz a Obed, 22Obed a Jesé y Jesé a David.#1 Cr 2,5-15; Mt 1,3-6; Lc 3,31-33.

Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' encontramos que el capítulo 4 del Rut se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.

El libro Rut de la Biblia tiene 4 capítulos. Y en el capítulo 4 podemos encontrar 22 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.

No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 4 del libro Rut de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 4 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 4 de la versión 'La Palabra versión hispanoamericana' de la Santa Biblia.