52
Anuncio de liberación a Jerusalén
1Despierta, Sión,#52.1 Sión: Véase Sal 2.6 n. despierta,
ármate de fuerza;#52.1 Cf. Is 51.17.
Jerusalén, ciudad santa,#52.1 Ciudad santa: Véase Is 48.2 n.
vístete tu ropa más elegante,
porque los paganos, gente impura,
no volverán a entrar en ti.#52.1 Los paganos… entrar en ti: alusión a la destrucción de Jerusalén, llevada a cabo por el ejército de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en el 587 a.C. Cf. 2 R 25.1-21; véanse también Sal 74 nota *; Sal 79 nota *.
2Levántate, Jerusalén,
sacúdete el polvo,
siéntate en el trono.
Sión, joven prisionera,
quítate ya el yugo del cuello.#52.2 Quítate ya el yugo del cuello: Jeremías había anunciado que el reino de Judá y los reinos vecinos iban a estar sometidos por un tiempo al yugo del rey de Babilonia (cf. Jer 27.1-8). Aquí, por el contrario, se anuncia que ha llegado el momento de desatar ese yugo.
3El Señor dice:
«Ni un centavo recibí
cuando ustedes fueron llevados como esclavos;
pues ni un centavo daré
ahora que yo los rescate.#52.3 El Señor no vendió a su pueblo como esclavo (véase Is 50.1 n.). Por eso no tiene que pagar nada a nadie para liberarlo.
4Al principio mi pueblo fue a Egipto
y vivió allí como extranjero;#52.4 Cf. Gn 46.1-7; Dt 26.5.
después Asiria lo oprimió sin motivo.#52.4 Cf. 2 R 17.3-6; 18.13—19.37; Is 10.5.
5Y ahora, ¿qué es lo que veo?
Sin motivo se han llevado mi pueblo a Babilonia.
Quienes lo dominan, gritan orgullosos#52.5 Cf. Sal 137; Ro 2.24.
y me ofenden sin cesar.
6Pero vendrá el día en que mi pueblo reconozca
y sepa que yo, que le he hablado, soy el Señor.»
7¡Qué hermoso es ver llegar por las colinas
al que trae buenas noticias,
al que trae noticias de paz,#52.7 Cf. Nah 1.15(2.1); Ro 10.15; Ef 6.15.
al que anuncia la liberación
y dice a Sión: «Tu Dios es rey»!#52.7 ¡Tu Dios es rey!: Cf. Sal 47.3,7(8); 93.1; 96.10; 97.1; 98.6; 99.1.
8¡Escucha! Tus centinelas levantan la voz
y a una dan gritos de triunfo,
porque ven con sus propios ojos
cómo vuelve el Señor a Sión.#52.8 Cf. Is 40.9-11.
9¡Estallen en gritos de triunfo,
ruinas de Jerusalén,
porque el Señor ha tenido compasión de su pueblo,
ha liberado a Jerusalén!#52.9 Sobre la promesa de la restauración del pueblo de Israel, véase Is 40.1 n.
10El Señor ha mostrado su poder
a la vista de todas las naciones.
Por toda la tierra se sabrá
que nuestro Dios nos ha salvado.#52.10 Acerca de la manifestación universal de Dios, véase Is 40.5 n.
11¡Salgan, salgan ya de Babilonia,
no toquen nada impuro,#52.11 Cf. 2 Co 6.17.
salgan ya de Babilonia!
¡Consérvense limpios
los que transportan los utensilios del Señor!#52.11 Los que transportan los utensilios del Señor: es decir, los sacerdotes encargados de llevar de nuevo a Jerusalén los objetos sagrados que Nabucodonosor se había llevado a Babilonia como botín de guerra. Cf. Esd 1.7.
12Pero no tendrán que salir a toda prisa,
no tendrán que salir huyendo,
porque el Señor, el Dios de Israel,
los protegerá por todos lados.#52.12 El éxodo de Egipto se había realizado a toda prisa y en medio del temor (cf. Ex 12.11,33-34; Dt 16.3). La salida de Babilonia, en cambio, no será una fuga precipitada sino un retorno triunfal a la tierra prometida. Cf. Is 41.17-20.
Sufrimientos y triunfo del siervo del Señor#52.13—53.12 En el cuarto «Cántico del Siervo sufriente» hay una notable contraposición entre los sufrimientos a que él fue sometido injustamente y su victoria final. Muchos creyeron al principio que el Señor le había infligido un horrible castigo (cf. 53.4), pero luego reconocieron que los culpables eran ellos, y que el Siervo era inocente. En realidad, esos sufrimientos formaban parte de los planes de Dios (cf. 53.10) y sirvieron para reparar los pecados de la multitud (53.5). Al final del poema (53.10-12) se habla de la gloriosa recompensa concedida al Siervo por haber soportado pacientemente una pena inmerecida, a causa de los pecados cometidos por otros. Véase Is 42.1-9 n.
13Mi siervo tendrá éxito,
será levantado y puesto muy alto.
14Así como muchos se asombraron de él,
al ver su semblante, tan desfigurado
que había perdido toda apariencia humana,
15así también muchas naciones se quedarán admiradas;
los reyes, al verlo, no podrán decir palabra,
porque verán y entenderán
algo que nunca habían oído.#52.15 Cf. Ro 15.21.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'Dios Habla Hoy DK' encontramos que el capítulo 52 del Isaías se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Isaías de la Biblia tiene 66 capítulos. Y en el capítulo 52 podemos encontrar 15 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 52 del libro Isaías de la versión 'Dios Habla Hoy DK' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 52 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 52 de la versión 'Dios Habla Hoy DK' de la Santa Biblia.