<

Salmos 61

>
61
Para el director del coro: salmo de David; acompáñese con instrumentos de cuerda.
1Oh Dios, ¡escucha mi clamor!
¡Oye mi oración!
2Desde los extremos de la tierra,
clamo a ti por ayuda
cuando mi corazón está abrumado.
Guíame a la imponente roca de seguridad,
3porque tú eres mi amparo seguro,
una fortaleza donde mis enemigos no pueden alcanzarme.
4Permíteme vivir para siempre en tu santuario,
¡a salvo bajo el refugio de tus alas! Interludio
5Pues has oído mis votos, oh Dios;
me diste una herencia reservada para los que temen tu nombre.
6¡Añade muchos años a la vida del rey!
¡Que sus años abunden de generación en generación!
7Que reine bajo la protección de Dios para siempre,
y que tu amor inagotable y tu fidelidad lo cuiden.
8Entonces cantaré alabanzas a tu nombre para siempre,
mientras cumplo mis votos cada día.

Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'Nueva Traducción Viviente' encontramos que el capítulo 61 del Salmos se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.

El libro Salmos de la Biblia tiene 150 capítulos. Y en el capítulo 61 podemos encontrar 8 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.

No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 61 del libro Salmos de la versión 'Nueva Traducción Viviente' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 61 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 61 de la versión 'Nueva Traducción Viviente' de la Santa Biblia.