31
Salmo 31
31:1-4 – Sal 71:1-3
Al director musical. Salmo de David.
1En ti, Señor, busco refugio;
jamás permitas que me avergüencen;
en tu justicia, líbrame.
2Inclina a mí tu oído,
y acude pronto a socorrerme.
Sé tú mi roca protectora,
la fortaleza de mi salvación.
3Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza,
dirígeme por amor a tu nombre.
4Líbrame de la trampa que me han tendido,
porque tú eres mi refugio.
5En tus manos encomiendo mi espíritu;
líbrame, Señor, Dios de la verdad.
6Odio a los que veneran ídolos vanos;
yo, por mi parte, confío en ti, Señor.
7Me alegro y me regocijo en tu amor,
porque tú has visto mi aflicción
y conoces las angustias de mi alma.
8No me entregaste al enemigo,
sino que me pusiste en lugar espacioso.
9Tenme compasión, Señor, que estoy angustiado;
el dolor está acabando con mis ojos,
con mi alma, ¡con mi cuerpo!
10La vida se me va en angustias,
y los años en lamentos;
la tristeza está acabando con mis fuerzas,
y mis huesos se van debilitando.
11Por causa de todos mis enemigos,
soy el hazmerreír de mis vecinos;
soy un espanto para mis amigos;
de mí huyen los que me encuentran en la calle.
12Me han olvidado, como si hubiera muerto;
soy como una vasija hecha pedazos.
13Son muchos a los que oigo cuchichear:
«Hay terror por todas partes».
Se han confabulado contra mí,
y traman quitarme la vida.
14Pero yo, Señor, en ti confío,
y digo: «Tú eres mi Dios».
15Mi vida entera está en tus manos;
líbrame de mis enemigos y perseguidores.
16Que irradie tu faz sobre tu siervo;
por tu gran amor, sálvame.
17 Señor, no permitas que me avergüencen,
porque a ti he clamado.
Que sean avergonzados los malvados,
y acallados en el sepulcro.
18Que sean silenciados sus labios mentirosos,
porque hablan contra los justos
con orgullo, desdén e insolencia.
19Cuán grande es tu bondad,
que atesoras para los que te temen,
y que a la vista de la gente derramas
sobre los que en ti se refugian.
20Al amparo de tu presencia los proteges
de las intrigas humanas;
en tu morada los resguardas
de las lenguas contenciosas.
21Bendito sea el Señor,
pues mostró su gran amor por mí
cuando me hallaba en una ciudad sitiada.
22En mi confusión llegué a decir:
«¡He sido arrojado de tu presencia!»
Pero tú oíste mi voz suplicante
cuando te pedí que me ayudaras.
23Amen al Señor, todos sus fieles;
él protege a los dignos de confianza,
pero a los orgullosos les da su merecido.
24Cobren ánimo y ármense de valor,
todos los que en el Señor esperan.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'Nueva Versión Internacional - Español' encontramos que el capítulo 31 del Salmos se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Salmos de la Biblia tiene 150 capítulos. Y en el capítulo 31 podemos encontrar 24 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 31 del libro Salmos de la versión 'Nueva Versión Internacional - Español' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 31 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 31 de la versión 'Nueva Versión Internacional - Español' de la Santa Biblia.