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Quinta, sexta y séptima plagas
1Entonces YAVÉ dijo a Moisés: Vé a Faraón y dile: YAVÉ el ʼElohim de los hebreos dice: Deja ir a mi pueblo para que me sirva, 2porque si tú rehúsas dejarlos ir y continúas la retención de ellos, 3ciertamente la mano de YAVÉ vendrá con una peste muy severa sobre tus ganados que están en el campo, los caballos, los asnos, los camellos, la manada de ganado vacuno y los rebaños. 4Pero YAVÉ hará distinción entre los ganados de Israel y los ganados de Egipto, y nada morirá de todo lo que pertenece a los hijos de Israel.
5 YAVÉ fijó plazo y dijo: Mañana YAVÉ hará esto en la tierra. 6Al día siguiente YAVÉ hizo esto, y todo el ganado de Egipto murió, pero del ganado de los hijos de Israel ni uno murió. 7Faraón envió observadores, y ciertamente del ganado de los hijos de Israel no pereció ni uno. Pero el corazón de Faraón se endureció y no dejó salir al pueblo.
8Entonces YAVÉ dijo a Moisés y a Aarón: Tomen puñados de ceniza de un horno, y que Moisés la lance hacia el cielo en la presencia de Faraón. 9Se convertirá en un polvo fino sobre toda la tierra de Egipto, el cual ocasionará un sarpullido que producirá úlceras en hombres y bestias en toda la tierra de Egipto.
10Entonces tomaron la ceniza de un horno y se presentaron ante Faraón. Moisés la lanzó hacia el cielo y se formó un sarpullido que produjo úlceras en los hombres y en las bestias. 11Los hechiceros no pudieron permanecer en la presencia de Moisés a causa de las úlceras, pues había úlceras en los hechiceros y en todos los egipcios. 12Pero YAVÉ endureció el corazón de Faraón, y no los escuchó, según YAVÉ predijo a Moisés.
13Entonces YAVÉ dijo a Moisés: Levántate de mañana y preséntate a Faraón y dile: YAVÉ el ʼElohim de los hebreos dice: Deja ir a mi pueblo para que me sirva, 14pues esta vez Yo enviaré todas mis plagas sobre ti, tus esclavos y tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como Yo en toda la tierra.
15 Porque ahora Yo hubiera podido extender mi mano para herirte con pestilencia, a ti y a tu pueblo, y serías exterminado de la tierra. 16Pero en verdad, por esto te permití permanecer, para mostrarte mi poder y para proclamar mi Nombre en toda la tierra. 17¿Aun te exaltas contra mi pueblo para no dejarlos salir?
18 Ciertamente, mañana a esta hora enviaré un granizo muy pesado, como nunca hubo en Egipto desde el día cuando se fundó hasta ahora. 19Por tanto, envía ahora a que recojan tu ganado y lo que tengas en el campo y lo pongan bajo seguridad, porque a toda persona o animal que se halle en el campo y no esté recogido en casa, le caerá el granizo y morirá.
20El que tuvo temor a la Palabra de YAVÉ de entre los esclavos de Faraón, hizo que sus esclavos y su ganado huyeran a las casas. 21Pero el que no tomó en cuenta la Palabra de YAVÉ, dejó a sus esclavos y sus ganados en el campo.
22Luego YAVÉ dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo para que caiga granizo sobre toda la tierra de Egipto, personas, animales y toda planta del campo a través de toda la tierra de Egipto.
23Moisés extendió su vara hacia el cielo y YAVÉ envió truenos y granizo. Cayeron rayos sobre la tierra, y YAVÉ hizo llover granizo sobre Egipto.
24Así que hubo granizo y fuego que relampagueaba continuamente en medio del granizo, tan severo como nunca lo hubo en toda la tierra de Egipto desde cuando fue una nación. 25Aquel granizo golpeó todo lo que estaba en el campo a través de la tierra de Egipto, tanto hombres como bestias. El granizo destrozó toda planta del campo y desgajó todos los árboles del campo. 26Solo en la tierra de Gosén, donde estaban los hijos de Israel, no hubo granizo.
27Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: Pequé esta vez. YAVÉ es el Justo, y yo y mi pueblo los perversos. 28Supliquen a YAVÉ, porque ha habido suficientes truenos y granizo de ʼElohim. Entonces los dejaré salir y ya no los detendré más.
29Moisés le respondió: Cuando salga de la ciudad extenderé mis manos a YAVÉ. Los truenos cesarán y no habrá más granizo, para que entiendas que la tierra es de YAVÉ. 30Pero yo sé que ni tú ni tus esclavos temen aún a la Presencia de YAVÉ ʼElohim.
31Así que el lino y la cebada fueron destruidos, porque la cebada estaba ya espigada y el lino en caña, 32pero el trigo y el centeno no fueron destruidos por ser tardíos.
33Cuando Moisés salió de la presencia de Faraón y de la ciudad, extendió sus manos hacia YAVÉ. Cesaron los truenos y el granizo, y la lluvia no cayó más sobre la tierra. 34Pero cuando Faraón vio que la lluvia, el granizo y los truenos cesaron, volvió a pecar y tanto él como sus esclavos endurecieron su corazón. 35Así que el corazón de Faraón se endureció y no dejó ir a los hijos de Israel, como YAVÉ predijo por medio de Moisés.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'Palabla de Dios para ti' encontramos que el capítulo 9 del Éxodo se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Éxodo de la Biblia tiene 40 capítulos. Y en el capítulo 9 podemos encontrar 35 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 9 del libro Éxodo de la versión 'Palabla de Dios para ti' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 9 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 9 de la versión 'Palabla de Dios para ti' de la Santa Biblia.