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Los dirigentes de la iglesia
1Esto es cierto: el que quiera ser dirigente,#3:1 el que quiera ser dirigente Textualmente el que aspira al obispado. Ver Ancianos líderes en el vocabulario. aspira a una buena obra. 2Es necesario que un dirigente lleve una vida que nadie tenga por qué criticar y que muestre las siguientes cualidades: ser sensato, respetable, fiel a su esposa,#3:2 fiel a su esposa o tener una sola esposa. tener domino propio, estar dispuesto a recibir en su hogar a los necesitados y ser capaz de instruir a otros en la fe. 3Un dirigente no debe emborracharse ni pelear, sino ser amable, pacífico y no amar el dinero. 4Debe dirigir bien a su propia familia, es decir, que sus hijos les obedezca y siempre los respete. 5Si un hombre no sabe dirigir a su propia familia, entonces tampoco podrá cuidar de la iglesia de Dios. 6No debe ser nuevo creyente para que no se enorgullezca y no caiga en la misma condenación en que cayó el diablo. 7Además, debe tener el respeto de la gente que no es de la iglesia. De esa manera evitará críticas y no caerá en las trampas que el diablo tratará de ponerle.
Los que sirven en la iglesia
8Así también, los ayudantes#3:8 ayudantes Textualmente diáconos. deben ser respetables, sinceros, no tomar mucho vino y no ganar dinero de manera deshonesta. 9Deben seguir la fe que ahora Dios nos ha dado a conocer y tener la conciencia limpia. 10Primero, hay que ponerlos a prueba y entonces, si no hay nada en su contra, podrán servir a la iglesia.
11Así mismo, las mujeres#3:11 mujeres Probablemente se refiere a las mujeres que eran ayudantes de la iglesia. Ver Ro 16:1. También se podría traducir sus esposas refiriéndose a las esposas de los diáconos. deben tener estas cualidades: tener el respeto de los demás, no hablar mal de otros, tener dominio propio y ser dignas de confianza en todo lo que hacen. 12Los ayudantes deben ser fiel a su esposa#3:12 ser fiel a su esposa o tener una sola esposa. y dirigir bien a sus hijos y su hogar. 13Los ayudantes que hacen bien su trabajo obtienen un puesto honorable y fortalecen su fe en Jesucristo.
La verdad que Dios nos ha revelado
14Espero ir a verte pronto; sin embargo, te escribo estas instrucciones por ahora. 15Tal vez no pueda llegar pronto, así que quiero que sepas cómo se debe vivir en la familia#3:15 familia Textualmente casa. de Dios. Esa familia es la iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad. 16En ella se basa nuestra vida dedicada a Dios. Sin lugar a dudas, qué grande es esa verdad que no se nos reveló sino hasta ahora:
Cristo#3:16 Cristo Textualmente Quien. Algunos manuscritos dicen Dios. se dio a conocer en cuerpo humano,
lo que enseñó fue comprobado por el Espíritu
y luego él fue presentado a los ángeles.
Fue anunciado a las naciones,
gente de todo el mundo creyó en él,
y nuevamente recibió el honor que antes tenía.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Biblia: La Palabra de Dios para todos' encontramos que el capítulo 3 del 1 Timoteo se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro 1 Timoteo de la Biblia tiene 6 capítulos. Y en el capítulo 3 podemos encontrar 16 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 3 del libro 1 Timoteo de la versión 'La Biblia: La Palabra de Dios para todos' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 3 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 3 de la versión 'La Biblia: La Palabra de Dios para todos' de la Santa Biblia.