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Esdras 3

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Reconstrucción del altar
1Así que hacia el séptimo mes#3:1 séptimo mes Es decir, septiembre–octubre del año 538 a. C. Igual en 3:6. cuando los israelitas ya estaban establecidos en sus pueblos de origen, todos unidos se reunieron en Jerusalén. 2Entonces, Jesúa hijo de Josadac y los sacerdotes que estaban con él, junto con Zorobabel hijo de Salatiel y la gente que lo acompañaba, comenzaron la construcción del altar del Dios de Israel para poder ofrecer sacrificios ante él, tal como dice en la ley de Moisés, hombre de Dios. 3Los que estaban allí tenían miedo de los habitantes de los alrededores, pero eso no los detuvo. Construyeron el altar en su antigua ubicación y ofrecieron allí sacrificios al SEÑOR por la mañana y por la noche. 4Luego celebraron la fiesta de las Enramadas tal como está escrito. Ofrecieron el número exacto de sacrificios ordenado para cada día de la fiesta. 5Luego de eso, comenzaron a ofrecer los sacrificios que deben quemarse completamente cada día, los de Luna Nueva y los de todas las otras fiestas y días sagrados ordenados por el SEÑOR. La gente también comenzó a dar al SEÑOR otras ofrendas voluntarias. 6Así que el primer día del séptimo mes comenzaron a ofrecer nuevamente sacrificios al SEÑOR aunque aun no habían sentado las bases del templo del SEÑOR.
Comienzo de la reconstrucción del templo
7Entonces contrataron a carpinteros y canteros. A los de Tiro y de Sidón les dieron comida, vino y aceite de oliva como pago por traer troncos de cedro en embarcaciones desde el Líbano hasta el pueblo costero de Jope. Ciro, el rey de Persia, les había dado permiso para hacer todo eso. 8Así que en el segundo mes#3:8 segundo mes Es decir, abril–mayo del año 536 a. C. del segundo año después de su llegada al templo en Jerusalén, Zorobabel hijo de Salatiel y Jesúa hijo de Josadac comenzaron a trabajar junto con sus hermanos, los sacerdotes, los levitas y todos los que regresaron a Jerusalén después de su cautiverio. Nombraron a jóvenes levitas mayores de 20 años para que fueran los líderes en la reconstrucción del templo del SEÑOR: 9Los elegidos fueron Jesúa con sus hermanos y sus hijos, Cadmiel y sus hijos (los descendientes de Judá), los hijos de Henadad y sus hermanos los levitas.
10Cuando los constructores terminaron de sentar las bases para el templo del SEÑOR, los sacerdotes se colocaron sus vestidos sagrados y tomaron sus trompetas. Los levitas hijos de Asaf llevaron sus platillos. Todos ocuparon sus lugares para alabar al SEÑOR tal como David, rey de Israel, lo había ordenado en el pasado. 11Unos cantaban canciones de alabanza y los demás les respondían#3:11 Unos cantaban […] respondían Textualmente cantos responsoriales. Eran canciones en las que un grupo, los levitas, cantaba una parte y el otro grupo, la gente, respondía otra parte. Aquí se refieren probablemente a los Salmos 111-118 y al Sal 136.:
«Alabado sea el SEÑOR,
porque él es bueno;
su fiel amor dura para siempre».
Luego todo el pueblo alabó al SEÑOR a gran voz, porque se habían sentado las bases del templo del SEÑOR.
12Pero muchos de los sacerdotes, levitas y jefes de familia más viejos lloraban porque ellos habían conocido el primer templo y recordaban lo bello que era. Mientras ellos lloraban de nostalgia, los demás gritaban de alegría. 13El ruido que hacían se podía oír desde lejos y los gritos de alegría se confundían con el llanto.

Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Biblia: La Palabra de Dios para todos' encontramos que el capítulo 3 del Esdras se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.

El libro Esdras de la Biblia tiene 10 capítulos. Y en el capítulo 3 podemos encontrar 13 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.

No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 3 del libro Esdras de la versión 'La Biblia: La Palabra de Dios para todos' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 3 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 3 de la versión 'La Biblia: La Palabra de Dios para todos' de la Santa Biblia.