26
Jeremías amenazado de muerte
1Al comienzo del reinado#26:1 Al comienzo del reinado 609 a. C. de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, vino este mensaje del SEÑOR: 2«Esto dice el SEÑOR: “Párate en el patio del templo del SEÑOR y háblale a la gente que viene de las ciudades de Judá a adorar en el templo del SEÑOR. Diles todo el mensaje que te he ordenado que les digas, sin omitir ni una sola palabra. 3A lo mejor te hacen caso y abandonan su maldad. Si lo hacen, entonces desistiré de hacerles el mal con el que tenía planeado castigarlos por culpa de su maldad. 4Les dirás que esto dice el SEÑOR: Si no me obedecen ni viven de acuerdo con las leyes que les he dado, 5ni hacen caso a las palabras de mis siervos los profetas que he estado enviando una y otra vez, y a quienes ustedes no han obedecido, 6entonces haré con este templo lo mismo que hice con Siló#26:6 Siló Este santuario fue probablemente destruido en tiempos del profeta Samuel. Ver Jer 7 y 1 S 4. y convertiré a esta ciudad en un modelo de maldición para todas las naciones de la tierra”».
7Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo escucharon a Jeremías decir estas palabras en el templo del SEÑOR. 8Cuando Jeremías acabó de decirle al pueblo todo lo que el SEÑOR le había ordenado que dijera, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo lo agarraron y le dijeron: «Vas a morir. 9¿Por qué profetizas en el nombre del SEÑOR diciendo que a este templo le sucederá como a Siló y que esta ciudad será destruida y quedará deshabitada?» Y todo el pueblo se amontonó alrededor de Jeremías en el templo del SEÑOR.
10Al oír todo esto, los jefes de Judá se dirigieron desde el palacio del rey a la casa del SEÑOR. Se sentaron en la entrada de la Puerta Nueva del templo del SEÑOR. 11Los sacerdotes y los profetas les dijeron a los jefes y a todo el pueblo: «Este hombre debe ser sentenciado a muerte porque con nuestros propios oídos hemos escuchado que ha profetizado en contra de esta ciudad».
12Entonces Jeremías les dijo a todos los jefes y a todo el pueblo: «El SEÑOR me envió a profetizar contra este templo y contra esta ciudad todo el mensaje que ustedes han escuchado. 13Ahora arreglen su vida y sus hechos, y obedezcan al SEÑOR su Dios. Tal vez el SEÑOR cambie de opinión con respecto al desastre que ha anunciado en contra de ustedes. 14En cuanto a mí, yo estoy en sus manos; hagan conmigo lo que bien les parezca. 15Pero en todo caso, sepan muy bien que si me matan, estarán manchando con sangre inocente sus manos, la ciudad y sus habitantes. La verdad es que el SEÑOR me envió a decirles claramente todo lo que escucharon».
16Los jefes y todo el pueblo les dijeron a los sacerdotes y a los profetas: «Este hombre no debe ser sentenciado a muerte porque nos ha hablado en nombre del SEÑOR nuestro Dios». 17Entonces se pusieron de pie algunos de los ancianos de Judá y les dijeron a todos los que estaban allí reunidos: 18#Mi 3:12«Miqueas de Moréset solía profetizar en los días de Ezequías, rey de Judá, y le dijo a todo el pueblo de Judá:
“Esto dice el SEÑOR Todopoderoso:
Sion será un terreno arado,
Jerusalén un montón de ruinas,
y el monte del templo se convertirá
en una colina#26:18 una colina o lugar alto, santuario pagano. cubierta de bosque”.#26:18 Cita de Mi 3:12.
19»¿Acaso el rey Ezequías y el pueblo de Judá lo mataron? ¿No tuvo temor del SEÑOR y buscó la aprobación del SEÑOR y el SEÑOR desistió del castigo que les había anunciado? ¿Es que vamos a causarnos nosotros mismos un mal tan grande?»
20Hubo otro hombre llamado Urías hijo de Semaías, de Quiriat Yearín, quien también profetizaba en el nombre del SEÑOR contra esta ciudad y contra este país, diciendo lo mismo que Jeremías. 21Cuando el rey Joacim, todos sus oficiales y todos sus altos funcionarios escucharon sus palabras, el rey procuró matarlo; pero Urías se enteró, tuvo temor y escapó a Egipto. 22Entonces el rey Joacim envió a Egipto a Elnatán hijo de Acbor con algunos hombres. 23Ellos sacaron a Urías de Egipto y lo llevaron al rey Joacim, quien lo mandó matar a filo de espada e hizo arrojar el cuerpo a la fosa común.
24Pero Ajicán hijo de Safán protegió a Jeremías y evitó que fuera entregado en manos del pueblo para que lo mataran.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Biblia: La Palabra de Dios para todos' encontramos que el capítulo 26 del Jeremías se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Jeremías de la Biblia tiene 52 capítulos. Y en el capítulo 26 podemos encontrar 24 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 26 del libro Jeremías de la versión 'La Biblia: La Palabra de Dios para todos' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 26 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 26 de la versión 'La Biblia: La Palabra de Dios para todos' de la Santa Biblia.