11
Los dos profetas
1Luego me dieron una regla de madera para medir, y Dios me dijo:
«Ve y mide mi templo y mi altar, y mira cuántos me están adorando allí. 2Pero no midas el espacio que hay fuera del templo, porque ese espacio se lo he dado a los que no creen en mí. Ellos gobernarán sobre Jerusalén durante tres años y medio, 3y yo enviaré a dos profetas para que anuncien mi verdadero mensaje. Los enviaré vestidos con ropa áspera, para que anuncien profecías durante esos tres años y medio.»
4Estos dos profetas son los dos árboles de olivo y los dos candelabros que están delante de Dios, que es el rey de la tierra. 5Si alguien trata de hacerles daño, ellos echarán fuego por la boca y quemarán por completo a sus enemigos, hasta matarlos. 6Ellos tienen poder para hacer que no llueva durante los tres años y medio que profetizarán. También tienen poder para hacer que el agua se vuelva sangre, y para hacer que la gente de este mundo sufra toda clase de terribles males. Y pueden hacerlo cuantas veces quieran.
7Cuando estos dos profetas hayan terminado de anunciar mi verdadero mensaje, el monstruo que sube desde el Abismo profundo peleará contra ellos, y los vencerá y los matará. 8Sus cuerpos quedarán tirados en la calle principal de la gran ciudad, donde mataron al Señor clavándolo en una cruz. La gente le ha dado a esa ciudad el nombre simbólico de Sodoma, y también la llaman Egipto. 9Durante tres días y medio, gente de distintos pueblos, razas, idiomas y países verá sus cadáveres, y no dejará que los entierren. 10Todo el mundo se alegrará de verlos muertos, y se mandarán regalos unos a otros para celebrar su muerte, porque esos dos profetas eran un terrible sufrimiento para aquella gente.
11Pero después de esos tres días y medio Dios volvió a darles vida, y ellos se pusieron de pie; y todas las personas que los vieron tuvieron mucho miedo. 12Entonces los dos profetas oyeron una voz fuerte, que les decía: «¡Suban aquí!»
Ellos subieron al cielo en una nube, a la vista de todos sus enemigos. 13En ese mismo instante hubo un gran terremoto, que destruyó la décima parte de la ciudad, y siete mil personas murieron. Los sobrevivientes tuvieron mucho miedo y alabaron a Dios, que está en el cielo.
14Ese fue el segundo desastre, pero el tercero viene pronto.
La séptima trompeta
15El séptimo ángel tocó su trompeta, y en el cielo se oyeron fuertes voces que decían:
«Nuestro Dios y su Mesías
ya gobiernan sobre todo el mundo,
y reinarán para siempre.»
16Y los veinticuatro ancianos que están sentados en sus tronos, delante de Dios, se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente y adoraron a Dios, 17diciendo:
«Señor, Dios todopoderoso,
tú vives y siempre has vivido.
Gracias porque has demostrado
tu gran poder,
y porque has comenzado a reinar
sobre el mundo.
18»Los pueblos que no creen en ti,
están enojados,
pero ha llegado el día
en que los castigarás
con todo tu enojo.
»Ese día juzgarás
a todos los que han muerto,
premiarás a los profetas,
tus servidores,
premiarás a todo tu pueblo,
y también a los que te respetan;
no importa si son poderosos,
o humildes;
tú los premiarás.»
19Entonces se abrieron las puertas del templo de Dios, que está en el cielo, y dentro del templo podía verse el cofre de su pacto. Y hubo relámpagos, un resonar de truenos, un fuerte temblor de tierra y una gran lluvia de granizo.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'Traducción en Lenguaje Actual Interconfesional' encontramos que el capítulo 11 del Apocalipsis se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Apocalipsis de la Biblia tiene 22 capítulos. Y en el capítulo 11 podemos encontrar 19 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 11 del libro Apocalipsis de la versión 'Traducción en Lenguaje Actual Interconfesional' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 11 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 11 de la versión 'Traducción en Lenguaje Actual Interconfesional' de la Santa Biblia.