A Selemías le tocó en el sorteo la puerta del este, y a su hijo Zacarías, consejero prudente, le tocó la del norte.
Y cayó la suerte al oriente á Selemía. Y á Zachârías su hijo, consejero entendido, metieron en las suertes: y salió la suerte suya al norte.
Y la suerte para la del oriente cayó a Selemías. Y metieron en las suertes a Zacarías su hijo, consejero entendido; y salió la suerte suya para la del norte.
Para la puerta del oriente, la suerte cayó sobre Selemías. Echaron otra vez suertes y la parte norte le tocó a su hijo Zacarías, consejero entendido.
Y cayó la suerte del oriente a Selemías. Y a Zacarías su hijo, consejero entendido, metieron en las suertes; y salió la suerte suya al norte.
Y cayó la fuerte del Oriẽte à Selemia: y à Zacharias ſu hijo consejero entendido metieron en las fuertes, y ſalió ſu fuerte àl Norte
A Selemías le tocó en el sorteo la puerta del este, y a su hijo Zacarías, consejero prudente, le tocó la del norte.
A Selemías le tocó en el sorteo la puerta del este, y a su hijo Zacarías, consejero prudente, le tocó la del norte.
La puerta oriental le correspondió a Selemías; a su hijo Zacarías, prudente consejero, le correspondió la puerta del norte tras nuevo sorteo
Y la suerte para la oriental cayó a Selemías. Entonces echaron suertes para su hijo Zacarías, consejero entendido, y le tocó en suerte la del norte.
A Selemías le tocó por sorteo la entrada oriental; a su hijo Zacarías, consejero inteligente, le tocó la entrada norte.
La puerta oriental le correspondió a Selemías; a su hijo Zacarías, prudente consejero, le correspondió la puerta del norte tras nuevo sorteo
La responsabilidad de la puerta del este recayó en Selemías y su grupo; la de la puerta del norte, en su hijo Zacarías, varón de extraordinaria sabiduría; la de la puerta del sur, en Obed Edom y su gr
Y la suerte para la oriental cayó a Selemías. Entonces echaron suertes para su hijo Zacarías, consejero entendido, y le tocó en suerte la del norte.
La responsabilidad por la puerta oriental le tocó a Meselemías y a su grupo. La puerta del norte fue asignada a su hijo Zacarías, un hombre de una sabiduría fuera de lo común.
Según el sorteo, a Selemías se le asignó la puerta del este, y a su hijo Zacarías, sabio consejero, la puerta del norte.
La suerte para la oriental cayó a Selemías. Metieron en las suertes a Zacarías su hijo, consejero entendido. La suerte suya salió para la del norte.
La suerte para la del oriente tocó a Selemías. También incluyeron en el sorteo a su hijo Zacarías, consejero entendido, y le tocó la del norte.
La puerta del oriente le tocó por suerte a Selemías. Luego se sorteó la puerta del norte, y esta le tocó a su hijo Zacarías, que era un consejero muy inteligente.
Y cayó la suerte al oriente á Selemía. Y á Zachârías su hijo, consejero entendido, metieron en las suertes: y salió la suerte suya al norte.
Los encargados de vigilar las entradas del templo de Dios también hicieron un sorteo para repartir los turnos de vigilancia. Así, los turnos se asignaron sin importar de qué familia era el vigilante,
Los encargados de vigilar las entradas del templo de Dios también hicieron un sorteo para repartir los turnos de vigilancia. Así, los turnos se asignaron sin importar de qué familia era el vigilante,
El versiculo 1 Crónicas, 26:14 de los Textos Sagrados que componen la Biblia es algo que es muy recomendable tener continuamente presente de manera que podamos hacer una reflexión en torno a él.Probablemente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué intentaba decirnos Dios Padre con el versículo 1 Crónicas, 26:14? ¿En qué momentos de nuestra vida diaria podemos recurrir a aquello que aprendemos gracias al versículo 1 Crónicas, 26:14 de Las Sagradas Escrituras?
Meditar sobre el versículo 1 Crónicas, 26:14 nos es de gran ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a aproximarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es bueno apoyarse en el versículo 1 Crónicas, 26:14 en todas aquellas ocasiones en que nos pueda servir de guía y así saber en qué forma acturar o para traer la tranquilidad a nuestro espíritu.