Debajo y alrededor de la pila, en dos hileras, había figuras como de toros, en número de diez por cada cuarenta y cinco centímetros, formando una sola pieza con la pila.
Y debajo de él había figuras de bueyes que lo circundaban, diez en cada codo todo alrededor: eran dos órdenes de bueyes fundidos juntamente con el mar.
Y debajo del mar había figuras de calabazas que lo circundaban, diez en cada codo alrededor; eran dos hileras de calabazas fundidas juntamente con el mar.
Debajo y alrededor del mar había figuras de calabazas, diez por cada codo, colocadas en dos hileras fundidas juntamente con el mar.
Y debajo de él había figuras de bueyes que lo circundaban, diez en cada codo todo alrededor; eran dos órdenes de bueyes fundidos juntamente con el mar.
Y debaxo deel auia vnas imagines de bueyes que lo cercauã al derredor diez en cada cobdo: y auia dos ordenes de bueyes fundidos en ſu fundicion.
Debajo y alrededor de la pila, en dos hileras, había figuras como de toros, en número de diez por cada cuarenta y cinco centímetros, formando una sola pieza con la pila.
Debajo y alrededor de la pila, en dos hileras, había figuras como de toros, en número de diez por cada cuarenta y cinco centímetros, formando una sola pieza con la pila.
Por debajo, alrededor de todo el recipiente, había dos hileras de figuras de toros, a razón de veinte por metro, que habían sido fundidas con el recipiente.
Y había figuras como de bueyes debajo de él y todo alrededor, diez en cada codo, rodeando por completo el mar. Los bueyes estaban en dos hileras, fundidos en una sola pieza.
Debajo del borde del tanque de agua había hileras de calabazas, hechas de bronce y formando una sola pieza con el tanque, diez por cada medio metro.
Por debajo, alrededor de todo el recipiente, había dos hileras de figuras de toros, a razón de veinte por metro, que habían sido fundidas con el recipiente.
Descansaba sobre dos hileras de bueyes de metal, separados por una distancia de cuatro o cinco centímetros. El estanque y los bueyes fueron moldeados y fundidos de una sola pieza.
Y había figuras como de bueyes debajo de él y todo alrededor, diez por cada codo (45 centímetros), rodeando por completo el mar. Los bueyes estaban en dos hileras, fundidos en una sola pieza.
Por debajo del borde, estaba rodeado por dos hileras de figuras que se parecían a bueyes. Había veinte bueyes por metro de la circunferencia que se habían fundido como parte del tazón.
Bajo el borde hizo dos hileras de figuras de bueyes, diez por cada medio metro, las cuales estaban fundidas en una sola pieza con la fuente.
Debajo del mar había figuras de calabazas, diez por cada 45 centímetros alrededor. Eran dos hileras de calabazas fundidas juntamente con el mar.
Había un motivo de bueyes debajo y alrededor del borde, diez por cada codo, dispuestos en dos hileras de bueyes alrededor de la fuente, los cuales habían sido fundidos en una sola pieza con ella.
Debajo del mar había dos hileras de calabazas fundidas juntamente con el mar. Estas figuras de calabazas circundaban el mar, y cada medio metro había diez de ellas.
Y debajo de él había figuras de bueyes que lo circundaban, diez en cada codo todo alrededor: eran dos órdenes de bueyes fundidos juntamente con el mar.
Decoró todo el borde con figuras de toros. Cada cuarenta y cinco centímetros había diez toros.
Decoró todo el borde con figuras de toros. Cada cuarenta y cinco centímetros había diez toros.
El versiculo 2 Crónicas, 4:3 de La Biblia es algo que deberíamos tomar constantemente en consideración con el fin de analizarlo y pensar acerca de él.Tal vez sería acertado cuestionarse ¿Qué quiso proponernos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo 2 Crónicas, 4:3? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo 2 Crónicas, 4:3 de Las Sagradas Escrituras?
Reflexionar en relación con el versículo 2 Crónicas, 4:3 nos es de gran ayuda a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, ese es el motivo por el cual es conveniente servirse del versículo 2 Crónicas, 4:3 todas las veces que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir y así saber en qué forma acturar o para traer paz a nuestro espíritu.