Pero en ellos se ha cumplido la verdad de aquel dicho: «El perro vuelve a su vómito», y también lo de «La puerca recién bañada vuelve a revolcarse en el lodo.»
Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro se volvió á su vómito, y la puerca lavada á revolcarse en el cieno.
Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
Pero les ha acontecido lo que con verdad dice el proverbio: «El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.»
Pero les ha acontecido lo que por un verdadero proverbio se suele decir: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
Pero hales acontecido loque por vn verdadero prouerbio ſe suele dezir: El perro es buelto à ſu vomito, y la puerca lauada es tornada àl rebolcadero del cieno.
Pero en ellos se ha cumplido la verdad de aquel dicho: «El perro vuelve a su vómito», y también lo de «La puerca recién bañada vuelve a revolcarse en el lodo.»
Pero en ellos se ha cumplido la verdad de aquel dicho: «El perro vuelve a su vómito», y también lo de «La puerca recién bañada vuelve a revolcarse en el lodo.»
A ellos se aplica la verdad de aquel proverbio: “El perro vuelve a su propio vómito” y “La cerda recién lavada vuelve a revolcarse en el cieno”.
Les ha sucedido a ellos según el proverbio verdadero: EL PERRO VUELVE A SU PROPIO VóMITO, y: La puerca lavada, vuelve a revolcarse en el cieno.
Con esa gente se cumple lo que dice el dicho: «El perro que vomita, regresa a su mismo vómito», y: «Aunque laven al cerdo, irá de nuevo a revolcarse en el barro».
A ellos se aplica la verdad de aquel proverbio: «El perro vuelve a su propio vómito» y «La cerda recién lavada vuelve a revolcarse en el cieno».
Hay un viejo proverbio que dice: «El perro vuelve a su vómito», y otro que dice: «la puerca lavada vuelve a revolcarse en el lodo». Así les pasa a esas personas.
Les ha sucedido a ellos según el proverbio verdadero: «EL PERRO VUELVE A SU PROPIO VóMITO», y: «La puerca lavada, vuelve a revolcarse en el cieno».
Demuestran qué tan cierto es el proverbio que dice: «Un perro vuelve a su vómito». Y otro que dice: «Un cerdo recién lavado vuelve a revolcarse en el lodo».
En su caso ha sucedido lo que acertadamente afirman estos proverbios: «El perro vuelve a su vómito», y «la puerca lavada, a revolcarse en el lodo».
Les ha acontecido lo del verdadero proverbio: Un perro vuelve a su propio vómito, y una puerca lavada a revolcarse en el lodo.
A ellos les ha ocurrido lo del acertado proverbio: El perro se volvió a su propio vómito; y “la puerca lavada, a revolcarse en el cieno”.
Pero en ellos se ha cumplido la verdad proverbial: «El perro vuelve a su vómito», y «la puerca recién lavada vuelve a revolcarse en el lodo.»
Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro se volvió á su vómito, y la puerca lavada á revolcarse en el cieno.
Así, esas personas demuestran la verdad del dicho: «El perro vuelve a su vómito», y también la verdad de este otro: «El cerdo recién bañado vuelve a revolcarse en el lodo».
Así, esas personas demuestran la verdad del dicho: «El perro vuelve a su vómito», y también la verdad de este otro: «El cerdo recién bañado vuelve a revolcarse en el lodo».
Nos conviene tomar siempre en consideración el versículo 2 Pedro, 2:22 de La Santa Biblia a fin de meditar acerca de él.Tal vez deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo 2 Pedro, 2:22? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida diaria en que podemos poner en práctica aquello que hemos aprendido gracias al versículo 2 Pedro, 2:22 de Las Sagradas Escrituras?
Dedicar tiempo a la meditación en torno a lo que se refiere el versículo 2 Pedro, 2:22 nos ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, ese es el motivo por el cual es aconsejable apoyarse en el versículo 2 Pedro, 2:22 cuando creamos que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir y así saber cómo actuar o para traer la paz a nuestros corazones.