Los gabaonitas le respondieron: —No es cuestión de dinero lo que tenemos pendiente con Saúl y su familia, ni queremos que muera nadie en Israel. David les dijo: —Díganme entonces qué quieren que haga
Y los Gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros querella sobre plata ni sobre oro con Saúl, y con su casa: ni queremos que muera hombre de Israel. Y él les dijo: Lo que vosotros dijereis os haré
Y los gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros querella sobre plata ni sobre oro con Saúl y con su casa; ni queremos que muera hombre de Israel. Y él les dijo: Lo que vosotros dijereis, haré.
Los gabaonitas le dijeron: —No tenemos nosotros queja por cuestiones de plata o de oro con Saúl y con su casa, ni queremos que muera nadie en Israel. —Lo que vosotros digáis, eso haré —respondió David
Y los gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros pleito sobre plata ni sobre oro con Saúl, y con su casa; ni queremos que muera hombre de Israel. Y él les dijo: Lo que vosotros dijereis os haré.
Y los Gabaonitas le respondieron: No tenemos noſotros pleyto ſobre plata, ni ſobre oro con Saul y con ſu caſa: ni queremos que hombre de Iſrael muera. Y el les dixo: Loque vosotros dixerdes os haré.
Los gabaonitas le respondieron: —No es cuestión de dinero lo que tenemos pendiente con Saúl y su familia, ni queremos que muera nadie en Israel. David les dijo: —Díganme entonces qué quieren que haga
Los gabaonitas le respondieron: —No es cuestión de dinero lo que tenemos pendiente con Saúl y su familia, ni queremos que muera nadie en Israel. David les dijo: —Díganme entonces qué quieren que haga
Los gabaonitas respondieron: — No queremos ni plata ni oro de Saúl y su familia, ni tampoco queremos que muera nadie en Israel. David les dijo: — Haré por ustedes lo que me digan.
Los gabaonitas le respondieron: No nos importa la plata ni el oro de Saúl o de su casa, ni nos corresponde dar muerte a ningún hombre en Israel. Y él dijo: Haré por vosotros lo que digáis.
Los gabaonitas le contestaron: —No hay suficiente oro ni plata para que la familia de Saúl pague por lo que hizo. Pero nosotros no tenemos el derecho de matar a nadie en Israel. David dijo: —¿Entonces
Los gabaonitas respondieron: —No queremos ni plata ni oro de Saúl y su familia, ni tampoco queremos que muera nadie en Israel. David les dijo: —Haré por ustedes lo que me digan.
―Bueno, no es cuestión de dinero —respondieron los gabaonitas—, y no es nuestra intención vengarnos matando israelitas. ―¿Qué puedo hacer por ustedes entonces? —preguntó otra vez David—. Díganmelo, y
Entonces los gabaonitas le respondieron: «No nos importa la plata ni el oro de Saúl o de su casa, ni nos corresponde dar muerte a ningún hombre en Israel». «Haré por ustedes lo que digan», les dijo el
—Bueno, el dinero no puede resolver este asunto entre nosotros y la familia de Saúl —le contestaron los gabaonitas—. Tampoco podemos exigir la vida de cualquier persona de Israel. —¿Qué puedo hacer en
Los gabaonitas respondieron: —No nos interesa el dinero de Saúl y de su familia, ni tampoco queremos que muera alguien en Israel. —Entonces, ¿qué desean que haga por ustedes? —volvió a preguntar el re
Los gabaonitas le respondieron: No nos importa la plata ni el oro de Saúl o de su casa, ni nos corresponde matar a alguien en Israel. Y él dijo: Haré por ustedes lo que digan.
Los gabaonitas le respondieron: —No tenemos pleito sobre plata ni oro con Saúl ni con su casa. Tampoco queremos que muera nadie en Israel. Él les dijo: —Haré por ustedes lo que digan.
Los gabaonitas le respondieron: «No nos interesan el oro y la plata de Saúl y de su familia, ni tampoco queremos que muera nadie en Israel.» Pero el rey insistió: «Pídanme lo que quieran, y yo se lo d
Y los Gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros querella sobre plata ni sobre oro con Saúl, y con su casa: ni queremos que muera hombre de Israel. Y él les dijo: Lo que vosotros dijereis os haré
Los gabaonitas le contestaron: —Nosotros no queremos dinero, ni tampoco queremos que muera ningún israelita. El rey David volvió entonces a preguntarles: —Pues, ¿qué quieren que haga por ustedes?
Los gabaonitas le contestaron: —Nosotros no queremos dinero, ni tampoco queremos que muera ningún israelita. El rey David volvió entonces a preguntarles: —Pues, ¿qué quieren que haga por ustedes?
Debemos tener constantemente presente el versículo 2 Samuel, 21:4 de La Biblia de manera que podamos analizarlo y pensar acerca de él.Seguramente sería bueno preguntarse ¿Qué pretendía manifestarnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo 2 Samuel, 21:4? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida diaria en que podemos hacer valer aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo 2 Samuel, 21:4 de La Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación en torno a lo que se refiere el versículo 2 Samuel, 21:4 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, ese es el motivo por el cual es oportuno acudir al versículo 2 Samuel, 21:4 siempre que nos pueda servir de guía de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestros corazones.