<

2 Samuel, 3:34

>

2 Samuel, 3:34

si no tenías atadas las manos ni encadenados los pies? ¡Has muerto como quien muere a manos de gente malvada!» También la gente siguió llorando por él.


Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos: Caíste como los que caen delante de malos hombres. Y todo el pueblo volvió á llorar sobre él.


Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos; Caíste como los que caen delante de malos hombres. Y todo el pueblo volvió a llorar sobre él.


Tus manos no estaban atadas ni tus pies sujetos con grillos. Caíste como los que caen ante malhechores». Y todo el pueblo volvió a llorar por él.


Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos. Caíste como los que caen delante de malos hombres. Y todo el pueblo volvió a llorar sobre él.


Tus manos no erã atadas ni tus pies ligados con grillos. Como los que caen delante de malos hombres, anſi cayste. Y añidieron todo el pueblo à llorar ſobre el.


si no tenías atadas las manos ni encadenados los pies? ¡Has muerto como quien muere a manos de gente malvada!» También la gente siguió llorando por él.


si no tenías atadas las manos ni encadenados los pies? ¡Has muerto como quien muere a manos de gente malvada!» También la gente siguió llorando por él.


Tus manos estaban libres y en tus pies no había cadenas. Caíste como quien cae a manos de criminales. Y todo el pueblo siguió llorando por él.


Tus manos no estaban atadas, ni tus pies puestos en grillos; como el que cae delante de los malvados, has caído. Y todo el pueblo volvió a llorar por él.


Tus manos, Abner, no estaban atadas, ni tus pies estaban encadenados. ¡Caíste en manos de perversos!» Y el pueblo lloró más por Abner.


Tus manos estaban libres y en tus pies no había cadenas. Caíste como quien cae a manos de criminales. Y todo el pueblo siguió llorando por él.


«¿Debía morir Abner como un villano? Tus manos no estaban atadas, ni tus pies estaban encadenados. ¡Moriste como quien es asesinado por los malvados!». Y todo el pueblo lloró nuevamente por él.


Tus manos no estaban atadas, ni tus pies puestos en grillos; Como el que cae delante de los malvados, has caído». Y todo el pueblo volvió a llorar por él.


Tus manos no estaban atadas; tus pies no estaban encadenados. No, fuiste asesinado, víctima de un complot perverso». Entonces todo el pueblo lloró nuevamente por Abner.


¡No tenías atadas las manos ni te habían encadenado los pies! ¡Caíste como el que cae en manos de criminales!» Y el pueblo lloró aún más.


Tus manos no estaban atadas, Ni impedidos tus pies con grillos. Más bien, como el que cae ante los hijos de iniquidad, así caíste tú. Y todo el pueblo volvió a llorar por él.


Tus manos no estaban atadas; tus pies no estaban sujetos con grillos. Caíste como los que caen ante los malvados”. Todo el pueblo volvió a llorar por él.


¡No tenías las manos atadas, ni los pies encadenados! ¡Caíste traicionado por gente malvada!» Y el pueblo volvió a llorar junto al sepulcro.


Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos: Caíste como los que caen delante de malos hombres. Y todo el pueblo volvió á llorar sobre él.


Luego David les dijo a Joab y a todos los que estaban con él: «En señal de tristeza, rompan la ropa que llevan puesta y vístanse con ropas ásperas, y lloren por Abner». Abner fue enterrado en Hebrón.


Luego David les dijo a Joab y a todos los que estaban con él: «En señal de tristeza, rompan la ropa que llevan puesta y vístanse con ropas ásperas, y lloren por Abner». Abner fue enterrado en Hebrón.


El versiculo 2 Samuel, 3:34 de La Sagrada Biblia es algo que es preciso tener constantemente presente con el fin de reflexionar en torno a él.Tal vez sería bueno preguntarse ¿Qué quiso proponernos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo 2 Samuel, 3:34? ¿En qué ocasiones de nuestra vida cotidiana podemos poner en práctica lo que hemos llegado a saber gracias al versículo 2 Samuel, 3:34 de La Sagrada Biblia?

Reflexionar en relación con el versículo 2 Samuel, 3:34 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a acercarnos más a Dios, por eso es bueno recurrir al versículo 2 Samuel, 3:34 cada vez que nos pueda servir de guía y así saber cómo proceder o para traer paz a nuestros corazones.