¡Dichoso el país que tiene un rey honorable, y en el que los gobernantes comen a la hora debida, para reponer sus fuerzas y no para emborracharse!
¡Bienaventurada, tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen á su hora, por refección, y no por el beber!
¡Bienaventurada tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas y no para beber!
¡Bienaventurada tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles y tus príncipes comen a su hora para reponer sus fuerzas y no para beber!
¡Bienaventurada, tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas, y no por el beber!
Bienauenturada tierra tu, quando tu rey fuere hijo de nobles; y tus principes comen à ſu hora por la fuerça, y no por el beuer.
¡Dichoso el país que tiene un rey honorable, y en el que los gobernantes comen a la hora debida, para reponer sus fuerzas y no para emborracharse!
¡Dichoso el país que tiene un rey honorable, y en el que los gobernantes comen a la hora debida, para reponer sus fuerzas y no para emborracharse!
¡Dichoso el país donde reina un noble y cuyos príncipes comen a su hora, para recobrar fuerzas y no para emborracharse!
Bienaventurada tú, tierra, cuyo rey es de noble cuna y cuyos príncipes comen a su debida hora, para fortalecerse y no para embriagarse.
A un país le conviene que su gobernante sea de una familia respetable y que sus dirigentes se controlen en su comida y bebida. Deben alimentarse para reponer sus fuerzas, no para embriagarse.
¡Dichoso el país donde reina un noble y cuyos príncipes comen a su hora, para recobrar fuerzas y no para emborracharse!
¡Ay de la nación que tiene por rey a un niño y cuyos dirigentes están embriagados desde la mañana! Dichosa la nación cuyo rey es un noble, y cuyos dirigentes trabajan empeñosamente antes de andar en f
Bienaventurada tú, tierra, cuyo rey es de noble cuna Y cuyos príncipes comen a su debida hora, Para fortalecerse y no para embriagarse.
Dichoso el pueblo que tiene por rey a un líder noble y cuyos dirigentes festejan en el momento apropiado para trabajar con fuerza y no para emborracharse.
¡Dichoso el país cuyo rey es un noble, y cuyos príncipes comen cuando es debido, para reponerse y no para embriagarse!
¡Dichosa tú, oh tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, Y tus príncipes comen a su tiempo Para reponer fuerzas Y no para embriagarse!
Bienaventurada tú, oh tierra, cuando tu rey es un hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora para reponer sus fuerzas y no para embriagarse.
¡Pero feliz del país que tiene por rey a un hombre de alcurnia, cuyos príncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas y no para emborracharse!
Bienaventurada, tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen á su hora, por refección, y no por el beber!
¡Pero qué dichoso es el país que tiene un rey bien preparado, con gobernantes que comen para vivir y no viven para comer!
¡Pero qué dichoso es el país que tiene un rey bien preparado, con gobernantes que comen para vivir y no viven para comer!
El versiculo Eclesiastés, 10:17 de los Textos Sagrados que componen la Biblia es algo que es conveniente tomar siempre en consideración para analizarlo y pensar en torno a él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué quiso decirnos Dios Nuestro Señor con el versículo Eclesiastés, 10:17? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana seremos capaces de recurrir a lo que hemos aprendido gracias al versículo Eclesiastés, 10:17 de la Santa Biblia?
Hacer un análisis profundo en torno a lo que se refiere el versículo Eclesiastés, 10:17 es un gran aporte que nos permite a ser mejores personas y a acercarnos más a Dios, por esa cuestión es conveniente recurrir al versículo Eclesiastés, 10:17 en todas aquellas ocasiones en que pueda servirnos de guía de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestros corazones y almas.