Luego midió la sala del fondo, y medía diez metros por lado. Entonces me dijo: «Este es el Lugar santísimo.»
Midió también su longitud, de veinte codos, y la anchura de veinte codos, delante del templo: y díjome: Este es el lugar santísimo.
Midió también su longitud, de veinte codos, y la anchura de veinte codos, delante del templo; y me dijo: Este es el lugar santísimo.
Midió también su longitud, y era de veinte codos; y la anchura, de veinte codos por el frente del templo. Y me dijo: «Este es el lugar santísimo.»
Midió también su longitud, de veinte codos, y la anchura de veinte codos, delante del Templo; y me dijo: Este es el lugar Santísimo.
Y midió ſu lõgura de veynte cobdos; y la anchura, de veynte cobdos delãte del Tẽplo: y dixome, Este es el lugar Sãctiſsimo.
Luego midió la sala del fondo, y medía diez metros por lado. Entonces me dijo: «Éste es el Lugar santísimo.»
Luego midió la sala del fondo, y medía diez metros por lado. Entonces me dijo: «Este es el Lugar santísimo.»
A continuación midió su longitud y su anchura; eran iguales: diez metros. Después me dijo: — Este es el lugar santísimo.
Midió su longitud y tenía veinte codos, y la anchura, veinte codos delante de la nave. Entonces él me dijo: Este es el lugar santísimo.
La sala medía 10 metros de largo por 10 metros de ancho. Después me dijo: «Este es el Lugar Santísimo».
A continuación midió su longitud y su anchura; eran iguales: diez metros. Después me dijo: —Este es el lugar santísimo.
La habitación interior formaba una sala de diez metros y medio. «Este», me dijo, «es el Lugar Exclusivo».
Midió su longitud y tenía 20 codos (10.5 metros), y la anchura, 20 codos delante de la nave. Entonces me dijo: «Este es el lugar santísimo».
La sala interior del santuario medía diez metros con sesenta centímetros de largo y diez metros con sesenta centímetros de ancho. El hombre me dijo: «Este es el Lugar Santísimo».
Después midió la longitud del santuario interior, hacia el lado del Lugar Santo, que era de veinte codos de largo; su anchura era de la misma medida. Entonces me dijo: «Este es el Lugar Santísimo».
Midió también su longitud y su anchura. Ambas eran de diez metros, delante del Santuario. Entonces me dijo: Éste es el Lugar Santísimo.
Midió también su largo, de diez metros, y su ancho, de diez metros, hacia el lado del lugar santo. Entonces me dijo: “Este es el lugar santísimo”.
Luego midió el frente del edificio, y medía diez metros de largo y diez metros de ancho. Entonces me dijo: «Este es el lugar santísimo.»
Midió también su longitud, de veinte codos, y la anchura de veinte codos, delante del templo: y díjome: Este es el lugar santísimo.
Luego midió la sala, y resultó de diez metros por lado. Entonces aquel hombre me dijo: «Este es el Lugar Santísimo».
Luego midió la sala, y resultó de diez metros por lado. Entonces aquel hombre me dijo: «Este es el Lugar Santísimo».
El versiculo Ezequiel, 41:4 de La Biblia es algo que es preciso tomar continuamente en consideración a fin de hacer una reflexión en torno a él.Probablemente deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de decirnos el Señor con el versículo Ezequiel, 41:4? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que podemos aprovechar lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Ezequiel, 41:4 de La Sagrada Biblia?
Discurrir y recapacitar en torno a lo que se refiere el versículo Ezequiel, 41:4 nos ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por esa cuestión es conveniente acudir al versículo Ezequiel, 41:4 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos una luz que nos guíe para saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestro espíritu.