Magdiel e Iram. Esaú también se llamaba Edom, y estos fueron los jefes de Edom, de acuerdo con los lugares donde vivían y que eran suyos.
El duque Magdiel, y el duque Hiram. Estos fueron los duques de Edom por sus habitaciones en la tierra de su posesión. Edom es el mismo Esaú, padre de los Idumeos.
Magdiel e Iram. Estos fueron los jefes de Edom según sus moradas en la tierra de su posesión. Edom es el mismo Esaú, padre de los edomitas.
Magdiel e Iram. Estos fueron los jefes de Edom, según los lugares que ocupan en la tierra de su posesión. Edom es el mismo Esaú, padre de los edomitas.
El duque Magdiel, y el duque Iram. Estos fueron los duques de Edom por sus habitaciones en la tierra de su heredad. Este es el Esaú, padre de Edom.
El duque Magdiel, y el duque Hirã. Estos fueron los duques de Edom por ſus habitaciones en la tierra de ſu heredad. Este es Esau padre de Edom.
Magdiel e Iram. Esaú también se llamaba Edom, y éstos fueron los jefes de Edom, de acuerdo con los lugares donde vivían y que eran suyos.
Magdiel e Iram. Esaú también se llamaba Edom, y estos fueron los jefes de Edom, de acuerdo con los lugares donde vivían y que eran suyos.
Magdiel e Irán. Estos fueron los jefes de tribu de Edom, de acuerdo con los lugares que habitaron en el territorio de su propiedad. Este es Esaú, antepasado de los edomitas.
el jefe Magdiel y el jefe Iram. Estos son los jefes de Edom, es decir, Esaú, padre de los edomitas, según sus moradas en la tierra de su posesión.
Magdiel e Iram. Estos fueron los jefes de las tribus de Edom que vivían en la tierra heredada por Esaú, el antepasado de los edomitas.
Magdiel e Irán. Estos fueron los jefes de tribu de Edom, de acuerdo con los lugares que habitaron en el territorio de su propiedad. Este es Esaú, antepasado de los edomitas.
Estos son los nombres de los clanes de Esaú, que vivieron en las localidades que llevan su nombre: El clan de Timná, el clan de Alvá, el clan de Jetet, el clan de Aholibama, el clan de Elá, el clan de
el jefe Magdiel y el jefe Iram. Estos son los jefes de Edom, es decir, Esaú, padre de los edomitas, según sus moradas en la tierra de su posesión.
Magdiel e Iram. Esos son los jefes de los clanes de Edom, registrados según los asentamientos en la tierra que ocuparon. Todos ellos descendieron de Esaú, el antepasado de los edomitas.
Magdiel e Iram. Estos fueron los jefes de Edom, según los lugares que habitaron. Este fue Esaú, padre de los edomitas.
Magdiel e Hiram. Tales fueron los jeques de Edom, conforme a sus viviendas en la tierra de su posesión. Él es Esaú, padre de Edom.
Magdiel e Iram. Estos fueron los jefes de Edom, según las áreas de la tierra de su posesión. Este es Esaú, padre de los edomitas. José y sus hermanos
Magdiel e Iram. Estos fueron los jefes de Edom según su lugar de residencia en la tierra de su posesión. Edom es el mismo Esaú, padre de los edomitas.
El duque Magdiel, y el duque Hiram. Estos fueron los duques de Edom por sus habitaciones en la tierra de su posesión. Edom es el mismo Esaú, padre de los Idumeos.
Los jefes edomitas descendientes de Esaú, ordenados por nombre, familia, territorio y lugar de residencia, fueron: Timná, Alvá, Jetet, Oholibamá, Elá, Pinón, Quenaz, Temán, Mibsar, Magdiel, Iram.
Los jefes edomitas descendientes de Esaú, ordenados por nombre, familia, territorio y lugar de residencia, fueron: Timná, Alvá, Jetet, Oholibamá, Elá, Pinón, Quenaz, Temán, Mibsar, Magdiel, Iram.
Debemos tomar constantemente en consideración el versículo Génesis, 36:43 de La Sagrada Biblia con el propósito de analizarlo y pensar en torno a él.Probablemente sería acertado cuestionarse ¿Qué pretendía manifestarnos Dios con el versículo Génesis, 36:43? ¿En qué coyunturas de nuestra vida diaria seremos capaces de poner en práctica lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Génesis, 36:43 de La Sagrada Biblia?
El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Génesis, 36:43 nos ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, por eso es oportuno servirse del versículo Génesis, 36:43 cada vez que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber cómo actuar o para traer paz a nuestros corazones y almas.