Unos seres como de fuego estaban por encima de él. Cada uno tenía seis alas. Con dos alas se cubrían la cara, con otras dos se cubrían la parte inferior del cuerpo y con las otras dos volaban.
Y encima de él estaban serafines: cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, y con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
Por encima de él había serafines. Cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban.
Y encima de él estaban serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
Y encima del eſtauan Seraphines: cada vno tenia seys alas: con dos cubrian susrostros, y con otras dos cubrian ſus pies, y con las otras dos bolauan.
Unos seres como de fuego estaban por encima de él. Cada uno tenía seis alas. Con dos alas se cubrían la cara, con otras dos se cubrían la parte inferior del cuerpo y con las otras dos volaban.
Unos seres como de fuego estaban por encima de él. Cada uno tenía seis alas. Con dos alas se cubrían la cara, con otras dos se cubrían la parte inferior del cuerpo y con las otras dos volaban.
Por encima de él había serafines, con seis alas cada uno: con dos se tapaban la cara, con otras dos se tapaban los genitales, y con el tercer par de alas se mantenían en vuelo.
Por encima de Él había serafines; cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban.
Sobre él se veían ángeles serafines, con seis alas cada uno. Con dos alas se cubrían el rostro, con otras dos se cubrían los pies y con las otras dos volaban.
Por encima de él había serafines, con seis alas cada uno: con dos se tapaban la cara, con otras dos se tapaban los genitales, y con el tercer par de alas se mantenían en vuelo.
Sobre él revoloteaban poderosos serafines de seis alas. Con dos alas se cubrían el rostro, con otras dos se cubrían los pies y con dos volaban.
Por encima de Él había serafines. Cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban.
Lo asistían poderosos serafines, cada uno tenía seis alas. Con dos alas se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies y con dos volaban.
Por encima de él había serafines, cada uno de los cuales tenía seis alas: con dos de ellas se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies y con dos volaban.
Por encima de Él había serafines. Cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban.
Por encima de él había serafines. Cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban.
Dos serafines permanecían por encima de él, y cada uno de ellos tenía seis alas; con dos se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies, y con dos volaban.
Y encima de él estaban serafines: cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, y con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
Vi además a unos serafines que volaban por encima de Dios. Cada uno tenía seis alas: con dos alas volaban, con otras dos se cubrían la cara, y con las otras dos se cubrían de la cintura para abajo.
Vi además a unos serafines que volaban por encima de Dios. Cada uno tenía seis alas: con dos alas volaban, con otras dos se cubrían la cara, y con las otras dos se cubrían de la cintura para abajo.
El versiculo Isaías, 6:2 de La Biblia consiste en algo que es preciso tomar siempre en cuenta de manera que podamos hacer una reflexión acerca de él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué intentaba decirnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Isaías, 6:2? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día tenemos la oportunidad de recurrir a lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Isaías, 6:2 de La Sagrada Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación en relación con el versículo Isaías, 6:2 nos supone una ayuda a ser mejores cristianos y a aproximarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es conveniente acudir al versículo Isaías, 6:2 siempre que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber qué pasos dar o para traer la paz a nuestros corazones.