Y, sin embargo, yo no he insistido en que tú les envíes un desastre, ni he deseado calamidades para ellos. Tú bien sabes lo que he dicho, pues lo dije en tu presencia.
Mas yo no me entrometí á ser pastor en pos de ti, ni deseé día de calamidad, tú lo sabes. Lo que de mi boca ha salido, fué en tu presencia.
Mas yo no he ido en pos de ti para incitarte a su castigo, ni deseé día de calamidad, tú lo sabes. Lo que de mi boca ha salido, fue en tu presencia.
Mas yo no he ido en pos de ti para incitarte a castigarlos, ni deseé el día de la calamidad; tú lo sabes. Lo que de mi boca ha salido, fue en tu presencia.
Mas yo no me entremetí a ser pastor en pos de ti, ni deseé día de calamidad, tú lo sabes. Lo que de mi boca ha salido, en tu presencia ha salido.
Mas yo no me entremeti á ſer pastor en pos de ti, ni desseé dia de calamidad, tu lo sabes. Loque de mi boca hà ſalido, en tu preſencia hà sido.
Y, sin embargo, yo no he insistido en que tú les envíes un desastre, ni he deseado calamidades para ellos. Tú bien sabes lo que he dicho, pues lo dije en tu presencia.
Y, sin embargo, yo no he insistido en que tú les envíes un desastre, ni he deseado calamidades para ellos. Tú bien sabes lo que he dicho, pues lo dije en tu presencia.
Pero yo no te presioné para pedirte desgracias; tampoco estuve deseando la llegada de un día infausto. Tú conoces lo que han dicho mis labios, pues lo han dicho en tu presencia.
Pero yo no me he apresurado a dejar de ser tu pastor, ni el día de angustia he anhelado; tú sabes que lo que ha salido de mis labios en tu presencia está.
Sin embargo, yo nunca he dejado de ser un pastor a tu servicio, ni he deseado que llegue el día del desastre. Tú conoces todas mis palabras, pues las dije en tu presencia.
Pero yo no te presioné para pedirte desgracias; tampoco estuve deseando la llegada de un día infausto. Tú conoces lo que han dicho mis labios, pues lo han dicho en tu presencia.
SEÑOR, no quiero que alguna terrible calamidad caiga sobre tu pueblo. Tuyo y no mío es el plan, tuyo y no mío es el mensaje que les doy. ¡No soy yo quien quiere su condena!
Pero yo no me he apresurado a dejar de ser tu pastor, Ni el día de angustia he anhelado; Tú sabes que lo que ha salido de mis labios En Tu presencia está.
SEÑOR, no he abandonado mi labor como pastor de tu pueblo ni he insistido que mandes desastres. Tú has oído todo lo que dije.
Pero yo no me he apresurado a abandonarte y dejar de ser tu pastor; tampoco he deseado que venga el día de la calamidad. Tú bien sabes lo que he dicho, pues lo dije en tu presencia.
Pero yo no me apresuré a ser un pastor que no va tras Ti. No deseé ese horrible día. Tú lo sabes: En tu presencia expresé lo que salió de mis labios.
Pero yo no he insistido detrás de ti para traer el daño ni he anhelado el día de la calamidad; tú lo sabes. Lo que ha salido de mi boca fue en tu presencia.
Pero yo no te he seguido para incitarte a que los castigues, ni les he deseado tiempos de calamidad. Tú bien sabes lo que he dicho, pues lo dije en tu presencia.
Mas yo no me entrometí á ser pastor en pos de ti, ni deseé día de calamidad, tú lo sabes. Lo que de mi boca ha salido, fué en tu presencia.
»Dios mío, yo no te pedí que castigues a tu pueblo; al contrario, lo cuidé como un pastor a sus ovejas.
»Dios mío, yo no te pedí que castigues a tu pueblo; al contrario, lo cuidé como un pastor a sus ovejas.
El versiculo Jeremías, 17:16 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que es muy recomendable tomar continuamente en consideración de tal forma que podamos analizarlo y pensar acerca de él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de decirnos el Señor con el versículo Jeremías, 17:16? ¿En qué momentos de nuestro día a día podemos aprovechar lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Jeremías, 17:16 de La Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación en torno a lo que se refiere el versículo Jeremías, 17:16 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, ese es el motivo por el cual es útil acudir al versículo Jeremías, 17:16 cuando creamos que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber qué pasos dar o para traer la paz a nuestros corazones y almas.