Cada columna tenía más de ocho metros de altura y como cinco metros y medio de circunferencia; eran huecas por dentro, y el grosor del bronce era de siete centímetros.
Cuanto á las columnas, la altura de la columna era de dieciocho codos, y un hilo de doce codos la rodeaba: y su grueso era de cuatro dedos, y hueca.
En cuanto a las columnas, la altura de cada columna era de dieciocho codos, y un cordón de doce codos la rodeaba; y su espesor era de cuatro dedos, y eran huecas.
Respecto a las columnas, la altura de cada una de ellas era de dieciocho codos, y un cordón de doce codos la rodeaba. Su espesor era de cuatro dedos, y eran huecas.
En cuanto a las columnas, la altura de una columna era de dieciocho codos, y un hilo de doce codos la rodeaba; y su grueso era de cuatro dedos, de vaciadizo.
Quanto à las colunas, la altura de la vna coluna erã diez y ocho cobdos: y vna cuerda de doze cobdos la cercaua de quatro dedos de grueſſo de vaziadizo.
Cada columna tenía más de ocho metros de altura y como cinco metros y medio de circunferencia; eran huecas por dentro, y el grosor del bronce era de siete centímetros.
Cada columna tenía más de ocho metros de altura y como cinco metros y medio de circunferencia; eran huecas por dentro, y el grosor del bronce era de siete centímetros.
Cada columna medía unos nueve metros de altura, seis de perímetro y ocho centímetros de grosor.
Respecto a las columnas, la altura de cada columna era de dieciocho codos, y tenía doce codos de circunferencia y cuatro dedos de espesor, y era hueca.
Cada columna medía 8 metros de altura, 5 y medio de circunferencia, 8 centímetros de ancho, y era hueca por dentro.
Cada columna medía unos nueve metros de altura, seis de perímetro y ocho centímetros de grosor.
Cada columna medía nueve metros con cuarenta y cinco centímetros de alto, y seis metros y treinta centímetros de circunferencia; eran huecas, y sus paredes tenían setenta y cinco milímetros de grueso.
Respecto a las columnas, la altura de cada columna era de 18 codos (8.1 metros), y tenía 12 codos (5.4 metros) de circunferencia y cuatro dedos de espesor, y era hueca.
Cada columna tenía ocho metros con treinta centímetros de alto y cinco metros y medio de circunferencia. Eran huecas, con un grosor de ocho centímetros.
Cada columna medía ocho metros de altura y cinco y medio de circunferencia; su espesor era de ocho centímetros, y era hueca por dentro.
En cuanto a las columnas, la altura de cada una era de 8,1 metros. Su circunferencia medía un cordel de 5,4 metros y su espesor era de 7,2 centímetros, pues eran huecas.
En cuanto a las columnas, la altura de cada columna era de ocho metros, y su circunferencia era de cinco metros y medio. Eran huecas, y el espesor de sus paredes era de siete centímetros.
En cuanto a las columnas, cada una de ellas tenía una altura de ocho metros, y estaba rodeada por un cordón de cinco y medio metros; eran huecas, y tenían cinco centímetros de espesor.
Cuanto á las columnas, la altura de la columna era de dieciocho codos, y un hilo de doce codos la rodeaba: y su grueso era de cuatro dedos, y hueca.
Las dos columnas eran iguales, y cada una medía más de ocho metros de altura y tenía una circunferencia de cinco metros y medio. Las columnas eran huecas por dentro, y en la parte superior tenían una
Las dos columnas eran iguales, y cada una medía más de ocho metros de altura y tenía una circunferencia de cinco metros y medio. Las columnas eran huecas por dentro, y en la parte superior tenían una
El versiculo Jeremías, 52:21 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que nos conviene tener continuamente presente de tal forma que podamos analizarlo y pensar en torno a él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué pretendía manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo Jeremías, 52:21? ¿En qué coyunturas de nuestra vida diaria tenemos la oportunidad de recurrir a aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Jeremías, 52:21 de Las Sagradas Escrituras?
Discurrir y recapacitar acerca de el versículo Jeremías, 52:21 nos ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, por ese motivo es aconsejable apoyarse en el versículo Jeremías, 52:21 siempre que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen de modo que podamos saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestros corazones y almas.