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Levítico, 12:4

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Levítico, 12:4

La madre, sin embargo, continuará purificándose de su sangre treinta y tres días más. No podrá tocar ninguna cosa consagrada ni entrar en el santuario, mientras no se cumpla el término de su purificac


Mas ella permanecerá treinta y tres días en la sangre de su purgación: ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta que sean cumplidos los días de su purgación.


Mas ella permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre; ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta cuando sean cumplidos los días de su purificación.


Pero ella permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre. Ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario hasta que se cumplan los días de su purificación.


Mas ella permanecerá treinta y tres días en la sangre de su purificación; ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta que sean cumplidos los días de su purificación.


Y treynta y tres dias estará en las sangres de ſu purgacion: ninguna coſa sancta tocará, ni vendrá àl Sanctuario, haſta que ſean cumplidos los dias de ſu purgacion.


La madre, sin embargo, continuará purificándose de su sangre treinta y tres días más. No podrá tocar ninguna cosa consagrada ni entrar en el santuario, mientras no se cumpla el término de su purificac


La madre, sin embargo, continuará purificándose de su sangre treinta y tres días más. No podrá tocar ninguna cosa consagrada ni entrar en el santuario, mientras no se cumpla el término de su purificac


Luego la mujer deberá permanecer en su casa treinta y tres días purificando su sangre. No tocará ninguna cosa consagrada ni entrará en el santuario hasta que haya pasado el período de su purificación.


Y ella permanecerá en la sangre de su purificación por treinta y tres días; no tocará ninguna cosa consagrada ni entrará al santuario hasta que los días de su purificación sean cumplidos.


y después la mujer debe permanecer 33 días purificándose de su flujo de sangre. Ella no debe tocar nada consagrado ni entrar en el santuario hasta que se haya completado su período de purificación.


Luego la mujer deberá permanecer en su casa treinta y tres días purificando su sangre. No tocará ninguna cosa consagrada ni entrará en el santuario hasta que haya pasado el período de su purificación.


Luego, durante los treinta y tres días siguientes, mientras se recupera de su impureza ritual, no debe tocar ninguna cosa sagrada, ni debe entrar en el santuario.


Y ella permanecerá en la sangre de su purificación por treinta y tres días; no tocará ninguna cosa consagrada ni entrará al santuario hasta que los días de su purificación sean cumplidos.


Después de esperar treinta y tres días, ella quedará purificada del flujo de sangre del parto. Durante este tiempo de purificación, no debe tocar nada que haya sido consagrado ni tampoco entrar en el


La madre deberá permanecer treinta y tres días más purificándose de su flujo de sangre. No tocará ninguna cosa santa; tampoco irá al santuario hasta que termine su período de purificación.


Ella permanecerá 33 días en la purificación de su sangre. Nada que sea santo tocará, ni irá al Santuario hasta que se cumplan los días de su purificación.


pero la mujer permanecerá treinta y tres días en la sangre de su purificación. No tocará ninguna cosa santa, ni vendrá al santuario hasta que se cumplan los días de su purificación.


pero ella continuará purificándose de su sangre durante treinta y tres días más. No podrá tocar ninguna cosa santa, ni podrá presentarse en el santuario, hasta que se cumplan los días de su purificaci


Mas ella permanecerá treinta y tres días en la sangre de su purgación: ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta que sean cumplidos los días de su purgación.


pero ella deberá seguir purificándose treinta y tres días más. Mientras dure su purificación, no deberá tocar ningún objeto que se use en el culto, ni podrá ir al santuario.


pero ella deberá seguir purificándose treinta y tres días más. Mientras dure su purificación, no deberá tocar ningún objeto que se use en el culto, ni podrá ir al santuario.


El versiculo Levítico, 12:4 de La Sagrada Biblia es algo que nos conviene tener constantemente presente a fin de meditar sobre él.Probablemente sería acertado cuestionarse ¿Qué quiso decirnos el Señor con el versículo Levítico, 12:4? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida diaria en que podemos aprovechar lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Levítico, 12:4 de La Sagrada Biblia?

Meditar en relación con el versículo Levítico, 12:4 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, ese es el motivo por el cual es conveniente recurrir al versículo Levítico, 12:4 siempre que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo proceder o para traer la serenidad a nuestro espíritu.