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San Mateo, 4:20

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San Mateo, 4:20

Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.


Ellos entonces, dejando luego las redes, le siguieron.


Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.


Ellos entonces, dejando al instante las redes, lo siguieron.


Ellos entonces, dejando luego las redes, le siguieron.


Ellos entonces, dexando luego las redes, lo siguieron.


Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.


Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.


Ellos dejaron de inmediato punto sus redes y se fueron con él.


Entonces ellos, dejando al instante las redes, le siguieron.


Inmediatamente ellos dejaron ahí sus redes y lo siguieron.


Ellos dejaron de inmediato sus redes y se fueron con él.


Inmediatamente dejaron la red y lo siguieron.


Entonces ellos, dejando al instante las redes, lo siguieron.


Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron.


Al instante dejaron las redes y lo siguieron.


Ellos dejaron de inmediato las redes y lo siguieron.


Y de inmediato ellos dejaron sus redes y lo siguieron.


Ellos entonces, dejando al instante las redes, lo siguieron.


Ellos entonces, dejando luego las redes, le siguieron.


En ese mismo instante, Pedro y Andrés dejaron sus redes y siguieron a Jesús.


En ese mismo instante, Pedro y Andrés dejaron sus redes y siguieron a Jesús.


Hay que tener continuamente presente el versículo San Mateo, 4:20 de La Santa Biblia para analizarlo y pensar sobre él.Quizás deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué pretendía manifestarnos Dios con el versículo San Mateo, 4:20? ¿En qué momentos de nuestro día a día seremos capaces de aprovechar lo que aprendemos gracias al versículo San Mateo, 4:20 de La Sagrada Biblia?

Meditar acerca de el versículo San Mateo, 4:20 nos ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por esa razón es conveniente recurrir al versículo San Mateo, 4:20 siempre que nos pueda servir de guía de modo que podamos saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestras almas.