»Los descendientes de Parós, dos mil ciento setenta y dos
Los hijos de Paros, dos mil ciento setenta y dos
Los hijos de Paros, dos mil ciento setenta y dos.
Los hijos de Paros, dos mil ciento setenta y dos.
Los hijos de Paros, dos mil ciento setenta y dos
Los hijos de Pharos, dos mil y ciento y setenta y dos.
»Los descendientes de Parós, dos mil ciento setenta y dos
»Los descendientes de Parós, dos mil ciento setenta y dos
Dos mil ciento setenta y dos descendientes de Parós
los hijos de Paros, dos mil ciento setenta y dos
Descendientes de Parós, 2172
Dos mil ciento setenta y dos descendientes de Parós
Del clan de Parós, 2.172; del clan de Sefatías, 372; del clan de Araj, 652; de las familias de Jesúa y de Joab, del clan de Pajat Moab, 2.818; del clan de Elam, 1.254; del clan de Zatú, 845; del clan
los hijos de Paros, 2,172
la familia de Paros 2172
los descendientes de
Hijos de Paros: 2.171
Los hijos de Paros eran dos mil ciento setenta y dos.
Los descendientes de Paros: dos mil ciento setenta y dos.
Los hijos de Paros, dos mil ciento setenta y dos
»De los descendientes de Parós regresaron dos mil ciento setenta y dos personas
»De los descendientes de Parós regresaron dos mil ciento setenta y dos personas
El versiculo Nehemías, 7:8 de La Santa Biblia consiste en algo que deberíamos tomar en todo momento en consideración con el objetivo de analizarlo y pensar sobre él. ¿Qué quiso decirnos el Señor con el versículo Nehemías, 7:8? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de llevar a la práctica lo que hemos aprendido gracias al versículo Nehemías, 7:8 de La Sagrada Biblia?
Hacer un análisis profundo en torno a lo que se refiere el versículo Nehemías, 7:8 nos resulta fundamental para llegar a a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es aconsejable apoyarse en el versículo Nehemías, 7:8 cada vez que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestras almas.