Proverbios, 18:9
Los perezosos y los destructores ¡hasta hermanos resultan!
También el que es negligente en su obra Es hermano del hombre disipador.
También el que es negligente en su trabajo Es hermano del hombre disipador.
El que es negligente en su trabajo es hermano del hombre destructor.
¶ También el que es negligente en su obra es hermano del gran desolador.
Tambien el que es negligenteen ſu obra, es hermano del dueño dissipador.
Los perezosos y los destructores ¡hasta hermanos resultan!
Los perezosos y los destructores ¡hasta hermanos resultan!
El descuidado en su trabajo es hermano del destructor.
También el que es negligente en su trabajo es hermano del que destruye.
El que hace mal el trabajo es compadre del que lo destruye.
El descuidado en su trabajo es hermano del destructor.
El perezoso es tan malo como el destructor.
También el que es negligente en su trabajo Es hermano del que destruye.
El perezoso es tan malo como el que destruye cosas.
El que es negligente en su trabajo confraterniza con el que es destructivo.
El negligente en su obra es hermano del disipador.
El que es negligente en su trabajo es hermano del destructor.
El que es negligente en su trabajo es también íntimo amigo de gente nociva.
También el que es negligente en su obra Es hermano del hombre disipador.
El vago y el destructor, ¡hasta parecen hermanos!
El vago y el destructor, ¡hasta parecen hermanos!
Nos conviene tener siempre presente el versículo Proverbios, 18:9 de La Biblia a fin de reflexionar acerca de él.Probablemente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué pretendía proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Proverbios, 18:9? ¿En qué ocasiones de nuestro día a día podemos llevar a la práctica lo que aprendemos gracias al versículo Proverbios, 18:9 de La Sagrada Biblia?
Meditar acerca de el versículo Proverbios, 18:9 nos ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, por esa cuestión es bueno recurrir al versículo Proverbios, 18:9 todas y cada una de las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber cómo actuar o para traer paz a nuestro espíritu.
