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Salmos, 118:2

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Salmos, 118:2

Que digan los israelitas: «El amor del Señor es eterno.»


Diga ahora Israel: Que para siempre es su misericordia.


Diga ahora Israel, Que para siempre es su misericordia.


Diga ahora Israel que para siempre es su misericordia.


Diga ahora Israel: Que para siempre es su misericordia.


CAPITVLO I.De&#383;criue&#383;e el origen y creacion del mundo, es &#224; &#383;aber, de los cielos, y de la tierra, y de todo loque contienen. De la luz, del tiempo, y orden de los dias, y de las noc


Que digan los israelitas: «El amor del Señor es eterno.»


Que digan los israelitas: «El amor del Señor es eterno.»


Que lo diga Israel: es eterno su amor.


Diga ahora Israel: Para siempre es su misericordia.


Que diga Israel: «Su fiel amor es para siempre».


Que lo diga Israel: es eterno su amor.


Que diga el pueblo de Israel: «Su gran amor perdura para siempre».


Diga ahora Israel: «Para siempre es Su misericordia».


Que todo Israel repita: «Su fiel amor perdura para siempre».


Que lo diga Israel: «Su gran amor perdura para siempre».


Diga ahora Israel: Que para siempre es su misericordia.


Diga, por favor, Israel: “¡Para siempre es su misericordia!”.


Que lo diga ahora Israel: «¡Su misericordia permanece para siempre!»


Diga ahora Israel: Que para siempre es su misericordia.


Que lo repitan los israelitas: «¡Dios nunca deja de amarnos!»


Que lo repitan los israelitas: «¡Dios nunca deja de amarnos!»


El versiculo Salmos, 118:2 de los Textos Sagrados que componen la Biblia es algo que nos conviene tomar siempre en consideración con el objetivo de reflexionar en torno a él.Tal vez sería adecuado preguntarse ¿Qué pretendía proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Salmos, 118:2? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestro día a día en que podemos poner en práctica aquello que aprendemos gracias al versículo Salmos, 118:2 de Las Sagradas Escrituras?

Meditar sobre el versículo Salmos, 118:2 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa razón es conveniente recurrir al versículo Salmos, 118:2 siempre que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir y así saber cómo proceder o para traer la paz a nuestras almas.