<

Salmos, 27:10

>

Salmos, 27:10

Aunque mi padre y mi madre me abandonen, tú, Señor, te harás cargo de mí.


Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Jehová con todo me recogerá.


Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá.


Aunque mi padre y mi madre me dejen, con todo, Jehová me recogerá.


Porque mi padre y mi madre me dejaron, y el SEÑOR me recogió.


Porque mi padre y mi madre me dexaron: y Iehoua me recogió.


Aunque mi padre y mi madre me abandonen, tú, Señor, te harás cargo de mí.


Aunque mi padre y mi madre me abandonen, tú, Señor, te harás cargo de mí.


Si mi padre y mi madre me abandonan, el Señor me acogerá.


Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, el SEÑOR me recogerá.


Aunque mis padres me abandonen, el SEÑOR se encargará de mí.


Si mi padre y mi madre me abandonan, el Señor me acogerá.


Si mi padre y mi madre me abandonaran, tú me recibirías y me consolarías.


Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, El SEÑOR me recogerá.


Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el SEÑOR me mantendrá cerca.


Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el SEÑOR me acogerá.


Aunque mi padre y mi madre me abandonen, YAVÉ me recogerá.


Aunque mi padre y mi madre me dejen, con todo, el SEÑOR me recogerá.


Podrían mi padre y mi madre abandonarme, pero tú, Señor, me recogerás.


Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Jehová con todo me recogerá.


Mis padres podrán abandonarme, pero tú me adoptarás como hijo.


Mis padres podrán abandonarme, pero tú me adoptarás como hijo.


Debemos tomar continuamente en cuenta el versículo Salmos, 27:10 de La Sagrada Biblia con el fin de hacer una reflexión sobre él.Quizás deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué intentaba proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Salmos, 27:10? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana seremos capaces de aplicar aquello que aprendemos gracias al versículo Salmos, 27:10 de La Biblia?

El hecho de reflexionar acerca de el versículo Salmos, 27:10 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la cuestión por la cual es aconsejable recurrir al versículo Salmos, 27:10 siempre que necesitemos una luz que nos guíe y así saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestros corazones.