¡Libren a los débiles y pobres, y defiéndanlos de los malvados!
Librad al afligido y al necesitado: Libradlo de mano de los impíos.
Librad al afligido y al necesitado; Libradlo de mano de los impíos.
librad al afligido y al necesitado; ¡libradlo de manos de los impíos!
Librad al pobre y al menesteroso; libradlo de mano de los impíos.
Librad àl pobre y àl menesteroso: libraldo de mano de los impios.
¡Libren a los débiles y pobres, y defiéndanlos de los malvados!
¡Libren a los débiles y pobres, y defiéndanlos de los malvados!
pongan a salvo al desvalido y al pobre, ¡líbrenlos de las garras del malvado!”.
Rescatad al débil y al necesitado; libradlos de la mano de los impíos.
Ayuden a los pobres y a los indefensos, protéjanlos de la gente perversa.
pongan a salvo al desvalido y al pobre, ¡líbrenlos de las garras del malvado!»
Rescaten de las garras de los malvados al pobre y al necesitado.
Rescaten al débil y al necesitado; Líbrenlos de la mano de los impíos.
Rescaten al pobre y al indefenso; líbrenlos de las garras de los malvados.
Salven al débil y al necesitado; líbrenlos de la mano de los malvados.
Rescaten al débil y al necesitado. Líbrenlos de mano de los perversos.
Libren al necesitado y al menesteroso; líbrenlo de la mano de los impíos.
¡Liberen a los afligidos y a los necesitados! ¡Pónganlos a salvo del poder de los impíos!
Librad al afligido y al necesitado: Libradlo de mano de los impíos.
¡Libren del poder de los malvados a los pobres e indefensos!
¡Libren del poder de los malvados a los pobres e indefensos!
Debemos tomar siempre en consideración el versículo Salmos, 82:4 de los Textos Sagrados que componen la Biblia para hacer una reflexión en torno a él. ¿Qué pretendía manifestarnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Salmos, 82:4? ¿En qué coyunturas de nuestra vida diaria seremos capaces de poner en práctica lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Salmos, 82:4 de Las Sagradas Escrituras?
Reflexionar acerca de el versículo Salmos, 82:4 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a aproximarnos más a Dios, por ese motivo es oportuno servirse del versículo Salmos, 82:4 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo actuar o para traer la paz a nuestros corazones.