Oí también que el del altar decía: «Sí, oh Señor, Dios todopoderoso, tú has juzgado con verdad y rectitud.»
Y oí á otro del altar, que decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
También oí a otro, que desde el altar decía: «¡Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos!»
Y oí a otro del altar, que decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
Y oy à otro del Sanctuario que dezia: Ciertamente Señor Dios todo poderoso, tus juyzios ſon verdaderos y juſtos.
Oí también que el del altar decía: «Sí, oh Señor, Dios todopoderoso, tú has juzgado con verdad y rectitud.»
Oí también que el del altar decía: «Sí, oh Señor, Dios todopoderoso, tú has juzgado con verdad y rectitud.»
Oí también que alguien decía desde el altar: — Efectivamente, Señor Dios, dueño de todo, tú juzgas con verdad y con justicia.
Y oí al altar, que decía: Sí, oh Señor Dios Todopoderoso, verdaderos y justos son tus juicios.
Oí también que el altar decía: «Sí, Señor, Dios Todopoderoso, tus juicios son correctos y justos».
Oí también que alguien decía desde el altar: —Efectivamente, Señor Dios, dueño de todo, tú juzgas con verdad y con justicia.
Y oí que el ángel del altar decía: «Sí, Señor, Dios Todopoderoso, tus castigos son justos y verdaderos».
También oí al altar, que decía: «Sí, oh Señor Dios Todopoderoso, verdaderos y justos son Tus juicios».
Y oí una voz que venía del altar y decía: «Sí, oh Señor Dios, el Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos».
Oí también que del altar se respondía: «Así es, Señor Dios Todopoderoso, verdaderos y justos son tus juicios».
Escuché al altar que decía: ¡Sí, Señor Dios Todopoderoso, verdaderos y justos son tus juicios!
Y oí al altar decir: “¡Ciertamente, oh Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos!”.
Oí también que otro decía desde el altar: «Ciertamente, Señor y Dios Todopoderoso, tus juicios son justos y verdaderos.»
Y oí á otro del altar, que decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
Y escuché una voz que salía del altar y decía: «Sí, Señor Dios todopoderoso, estos castigos son correctos y justos.»
Y escuché una voz que salía del altar y decía: «Sí, Señor Dios todopoderoso, estos castigos son correctos y justos.»
El versiculo Apocalipsis, 16:7 de La Biblia consiste en algo que nos conviene tomar constantemente en consideración con el propósito de analizarlo y pensar acerca de él.Tal vez deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué intentaba proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Apocalipsis, 16:7? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida cotidiana en que podemos hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo Apocalipsis, 16:7 de Las Sagradas Escrituras?
El hecho de reflexionar acerca de el versículo Apocalipsis, 16:7 nos supone una ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, ese es el motivo por el cual es conveniente servirse del versículo Apocalipsis, 16:7 en todas aquellas ocasiones en que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo proceder o para traer paz a nuestros corazones y almas.