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Apocalipsis, 4:3

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Apocalipsis, 4:3

El que estaba sentado en el trono tenía el aspecto de un diamante o de un rubí, y alrededor del trono había un arco iris que brillaba como una esmeralda


Y el que estaba sentado, era al parecer semejante á una piedra de jaspe y de sardio: y un arco celeste había alrededor del trono, semejante en el aspecto á la esmeralda.


Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.


La apariencia del que estaba sentado era semejante a una piedra de jaspe y de cornalina, y alrededor del trono había un arco iris semejante en su apariencia a la esmeralda.


Y el que estaba sentado, era al parecer semejante a una piedra de Jaspe y de Sardónice; y un arco del cielo estaba alrededor del trono, semejante en el aspecto a la esmeralda.


Y elque eſtaua aſſentado, era àl pareçer semejante à vna piedra de Iaspe y de Sardo nia, y el arco del cielo eſtaua àl derredor del throno semejante enel aspecto à la Esmeralda.


El que estaba sentado en el trono tenía el aspecto de un diamante o de un rubí, y alrededor del trono había un arco iris que brillaba como una esmeralda


El que estaba sentado en el trono tenía el aspecto de un diamante o de un rubí, y alrededor del trono había un arco iris que brillaba como una esmeralda


El que estaba sentado resplandecía como el jaspe y el sardonio, mientras un halo de color esmeralda rodeaba el trono alrededor.


Y el que estaba sentado era de aspecto semejante a una piedra de jaspe y sardio, y alrededor del trono había un arco iris, de aspecto semejante a la esmeralda.


El que estaba sentado tenía la apariencia que tienen las piedras preciosas, como el diamante y el rubí. Alrededor del trono había un arco iris que parecía una esmeralda.


El que estaba sentado resplandecía como el jaspe y el sardonio, mientras un halo de color esmeralda rodeaba el trono alrededor.


El que estaba sentado fulguraba como lustroso diamante o reluciente rubí. Alrededor del trono había un arco iris brillante como la esmeralda


El que estaba sentado era de aspecto semejante a una piedra de jaspe y sardio, y alrededor del trono había un arco iris, de aspecto semejante a la esmeralda.


El que estaba sentado en el trono brillaba como piedras preciosas: como el jaspe y la cornalina. El brillo de una esmeralda rodeaba el trono como un arco iris.


El que estaba sentado tenía un aspecto semejante a una piedra de jaspe y de cornalina. Alrededor del trono había un arco iris que se asemejaba a una esmeralda.


El que se sentó era semejante a una piedra de jaspe y cornalina. Alrededor del trono había un arco iris, cuyo aspecto era semejante a una esmeralda.


Y el que estaba sentado era semejante a una piedra de jaspe y de cornalina; y alrededor del trono, un arco iris semejante al aspecto de la esmeralda.


El que estaba sentado en el trono tenía el aspecto de una piedra de jaspe y de cornalina. Alrededor del trono había un arco iris, semejante a la esmeralda.


Y el que estaba sentado, era al parecer semejante á una piedra de jaspe y de sardio: y un arco celeste había alrededor del trono, semejante en el aspecto á la esmeralda.


que brillaba como un diamante o como un rubí. Alrededor del trono, un arco iris brillaba como una esmeralda.


que brillaba como un diamante o como un rubí. Alrededor del trono, un arco iris brillaba como una esmeralda.


El versiculo Apocalipsis, 4:3 de los Textos Sagrados que componen la Biblia es algo que es conveniente tener continuamente presente a fin de meditar en torno a él.Probablemente sería bueno preguntarse ¿Qué intentaba proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Apocalipsis, 4:3? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestro día a día en que tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos aprendido gracias al versículo Apocalipsis, 4:3 de La Sagrada Biblia?

Discurrir y recapacitar sobre el versículo Apocalipsis, 4:3 nos resulta fundamental para llegar a a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, por esa razón es oportuno recurrir al versículo Apocalipsis, 4:3 todas las veces que pueda servirnos de guía para saber qué pasos dar o para traer la tranquilidad a nuestro espíritu.