Apocalipsis, 9:12
Pasó el primer desastre; pero todavía faltan dos.
El primer ¡Ay! es pasado: he aquí, vienen aún dos ayes después de estas cosas.
El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto.
El primer ay pasó; pero vienen aún dos ayes después de esto.
El primer ¡Ay! es pasado; he aquí, vienen aún dos ayes después de estas cosas.
El vn Ay es paſſado: y heaqui vienen aun dos vezes Ay deſpues de estas coſas.
Pasó el primer desastre; pero todavía faltan dos.
Pasó el primer desastre; pero todavía faltan dos.
Pasó la primera calamidad; pero he aquí que otras dos le vienen a la zaga.
El primer ¡ay! ha pasado; he aquí, aún vienen dos ayes después de estas cosas.
El primer gran desastre ya pasó, pero aun faltan por venir dos más.
Pasó la primera calamidad; pero he aquí que otras dos le vienen a la zaga.
Ya pasó uno de los horrores, pero todavía faltan dos.
El primer ¡ay! ha pasado; pero aún vienen dos ayes después de estas cosas.
El primer terror ya pasó, pero mira, ¡vienen dos terrores más!
El primer ¡ay! ya pasó, pero vienen todavía otros dos.
El primer ¡ay! pasó. Después de estas cosas vienen aún dos ayes.
El primer ay ha pasado. He aquí vienen aún dos ayes después de esto.
El primer ay pasó, pero aún faltan dos ayes más.
El primer Ay! es pasado: he aquí, vienen aún dos ayes después de estas cosas.
Ese fue el primer desastre, pero todavía faltan dos.
Ese fue el primer desastre, pero todavía faltan dos.
Debemos tener en todo momento presente el versículo Apocalipsis, 9:12 de La Biblia con la finalidad de reflexionar en torno a él. ¿Qué pretendía proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Apocalipsis, 9:12? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que podemos aprovechar aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Apocalipsis, 9:12 de La Biblia?
Meditar en torno a lo que se refiere el versículo Apocalipsis, 9:12 nos ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, por eso es oportuno acudir al versículo Apocalipsis, 9:12 cada vez que nos pueda servir de guía y así saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.
