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CAPIT. XVII.
La incorrigibilidad de Ieruſalem y la propagacion de ſu idolatria. II. Maldito el que de Dioſſe aparta, y bẽdito el que en el confia de verdad. III. Ora el Propheta contra las calũnias y blasphemias de ſus aduersarios. IIII. Debaxo de la obseruancia del Sabbado pide la restauracion y obseruancia del diuino culto, con promeſſa que la ciudad permaneceria en prosperidad: donde no que ſerá aſſolada.
1El peccado de Iudá eſcripto eſtá con sinzel de hierro y con punta de dia mãte, esculpido en la tabla de ſu coraçon, y en los lados de vuestros altares.
2Paraque ſus hijos ſe acuerden de ſus al tares, y de ſus bosques junto à los arboles verdes, y en los collados altos.
3Mi Montañés, en el cãpo ſon tus rique zas: todos tus theſoros daré à saco por el peccado de tus altos en todos tus terminos.
4Y aurá remiſsion en ti de tu heredad, laqual yo te di: y hazertehe seruir à tus enemigos en tierra que no conociste: porque fuego encendistes en mi furor, para siempre arderá.
II
5¶ Ansi dixo Iehoua. Maldito el varõ que cõfia en el hõbre, y pone carne por ſu bra ço, y ſu coraçon ſe aparta de Iehoua.
6 Y ſerá como la retama en el desierto: y no verá quando viniere el bien: mas morará en las securas en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.
7Bendito el varon que ſe fia de Iehoua, y que Iehoua es ſu confiança.
8 Porque el ſerá como el arbol plantado junto àl aguas, que junto à la corriente echará ſus rayzes: y no verá quando viniere el calor: y ſu hoja ſerá verde, y en el año de prohibicion no ſe fatigará, ni dexará de hazer fruto.
9Engañoso es el coraçon mas que todas las coſas, y peruerso: quien lo conocerá?
10 Yo Iehoua que escudriño el coraçon, que prueuo los riñones, para dar à cada vno ſegun ſu camino, ſegun el fruto de sos obras.
11La perdiz que hurta loque no parió, tal es el que allega riquezas y no cõ juyzio: en medio de ſus dias las dexará, y en ſu postri meria sera insipiente.
12El throno de gloria, altura desde el principio el lugar de nueſtra sanctificacion.
III
13¶ O Esperança de Iſrael, Iehoua, todos los que te dexan, serán auergonçados: y los que de mi ſe apartan, serán escriptos en el poluo: porque dexaron la vena de aguas biuas, à Iehoua.
14Saname, ò Iehoua, y seré sano: saluame, y seré saluo: porque tu eres mi alabãça.
15Heaqui que ellos me dizẽ: Donde eſtá la palabra de Iehoua? Aora venga.
16Mas yo no me entremeti á ſer pastor en pos de ti, ni desseé dia de calamidad, tu lo sabes. Loque de mi boca hà ſalido, en tu preſencia hà sido.
17No me seas tu por espanto, eſperança mia eres tu en el dia malo.
18Auerguencense los que me persiguẽ, y no me auerguence yo: aſſom brẽse ellos, y no me aſſombre yo: tráe ſobre ellos dia malo: y quebrantalos con doblado quebrantamiento.
III
19¶ Ansi me dixo Iehoua, Ve, y ponte à la puerta de los hijos del Pueblo por la qual entran y salen los Reyes de Iudá: y à todas las puertas de Ieruſalem.
20Y dezirles has, Oyd palabra de Iehoua Reyes de Iuda, y todo Iudá, y todos los moradores de Ieruſalem que entrays por estas puertas.
21Ansi dixo Iehoua: Guardad por vuestras vidas, y no traygays carga en el dia del Sabbado para meter por las puertas de Ieruſalem.
22Ni saqueys carga de vuestras casas en el dia del Sabbado, ni hagays obra alguna: mas sanctificad el dia del Sabbado, como mandé à vuestros padres:.
23Los quales no oyeron, ni abaxaron ſu oreja: antes endurecieron ſu ceruiz por no oyr, ni recebir correccion.
24Porque ſerá, que ſi oyendo me oyerdes, dixo Iehoua, que no metays carga por las puertas deesta ciudad en el dia del Sabbado, mas sanctificardes el dia del Sabbado no haziendo en el ninguna obra.
25Entrarán por las puertas deesta ciudad los Reyes y los Principes, que ſe aſsientan ſobre la silla de Dauid, en carros y en cauallos, ellos y ſus Principes, los varones de Iudá, y los moradores de Ieruſalem: y eſta ciudad ſerá habitada para siempre.
26Y vendrán de las ciudades de Iudá, y de los alderredores de Ieruſalem, y de tierra de Ben-iamin, y de los campos, y del monte, y del Austro, trayẽdo holocaustoy sacrificio, y Presente, y encienso, y trayendo confeſſion à la Caſa de Iehoua.
27Mas ſi no me oyerdes para sanctificar el dia del Sabbado, y para no traer carga, ni meterla por las puertas de Ieruſalem en dia de Sabbado, yo haré en cender fuego en ſus puertas, y cõsumirá los palacios de Ieruſalem, y no ſe apagará.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'Biblia del Oso 1573' encontramos que el capítulo 17 del Jeremías se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Jeremías de la Biblia tiene 52 capítulos. Y en el capítulo 17 podemos encontrar 27 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 17 del libro Jeremías de la versión 'Biblia del Oso 1573' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 17 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 17 de la versión 'Biblia del Oso 1573' de la Santa Biblia.