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Deuteronomio 14

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14
Israel, el pueblo santo de Dios
1Ustedes son hijos del SEÑOR su Dios. No deben hacerse cortaduras en la piel, ni raparse la cabeza para mostrar pesar por los muertos. 2Eres un pueblo santo que pertenece al SEÑOR tu Dios, y el SEÑOR te eligió de entre todos los pueblos de la tierra para ser su propio pueblo.
Lo que se permite comer
(Lv 11:1-47)
3No comas nada que sea detestable. 4Estos son los animales que puedes comer: vacas, ovejas, cabras, 5venados, gacelas, chivos, cabras salvajes, ovejas salvajes, antílopes y ovejas monteses. 6Puedes comer todo animal rumiante#14:6 rumiante Animal que come hierba y luego la devuelve del estómago a la boca para volver a masticarla. que tenga la pezuña dividida en dos partes. 7De los rumiantes no debes comer los siguientes: camellos, conejos y damanes, porque aunque son rumiantes no tienen las pezuñas divididas. Ellos se consideran impuros para ti. 8No debes comer cerdo, porque aunque tiene las pezuñas divididas, no es rumiante y es impuro para ti. No debes comer de la carne de esos animales ni tocar su cuerpo muerto.
9De todo lo que hay en el agua puedes comer todo lo que tenga aletas y escamas. 10Lo que no tenga aletas ni escamas no lo comerás. Son impuros para ti.
11Puedes comer cualquier ave que sea pura, 12pero de ninguna de estas aves comerás: el águila, el quebrantahuesos, el milano rojo, 13el milano negro, ningún tipo de halcón, 14ningún tipo de cuervo, 15el avestruz, el chotacabras, la gaviota, ningún tipo de gavilán, 16la lechuza, ningún tipo de búho, 17el pelícano, el águila pescadora, el cormorán, 18la cigüeña, la garza, toda clase de abubilla y el murciélago.
19Todos los insectos con alas son impuros. No deben comerse. 20Puedes comer todo animal con alas que sea puro.
21No comas nada que muera de muerte natural. Puedes dárselo a cualquier inmigrante que viva en tus ciudades, y él podrá comerlo. Pueden vendérselo a un extranjero. Tú eres un pueblo que pertenece sólo al SEÑOR tu Dios.
No cocinarás el cabrito en la leche de la mamá del cabrito.
Dar la décima parte
22Aparta la décima parte de todas tus cosechas cada año. 23Comerás esa décima parte de tu grano, vino nuevo, aceite y las primeras crías de tus animales en presencia del SEÑOR tu Dios en el lugar que él elegirá para establecer su nombre, y así aprenderás a tener temor del SEÑOR tu Dios por siempre. 24Pero si cuando el SEÑOR tu Dios te bendiga la distancia es muy grande para ti, de tal forma que no puedas llevar tu parte al lugar que el SEÑOR haya elegido, 25podrás cambiarla por dinero. Luego toma el dinero en tus manos y ve al lugar que el SEÑOR tu Dios elegirá. 26Gasta el dinero en lo que quieras: ganado, ovejas, vino y cerveza, y tú y tu familia comerán y disfrutarán allí en presencia del SEÑOR tu Dios. 27No desampares a los levitas que están en tus ciudades, porque ellos no tienen tierra propia.
28Al final de cada tres años, deberás llevar la décima parte de todas tus cosechas de ese año y la guardarás en tus ciudades. 29Luego los levitas vendrán porque no tienen tierra propia, y también los inmigrantes, los huérfanos y las viudas que estén en tus ciudades, y comerán y quedarán satisfechos, para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en todo lo que hagas.

Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Biblia: La Palabra de Dios para todos' encontramos que el capítulo 14 del Deuteronomio se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.

El libro Deuteronomio de la Biblia tiene 34 capítulos. Y en el capítulo 14 podemos encontrar 29 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.

No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 14 del libro Deuteronomio de la versión 'La Biblia: La Palabra de Dios para todos' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 14 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 14 de la versión 'La Biblia: La Palabra de Dios para todos' de la Santa Biblia.