<

1 Crónicas, 1:26

>

1 Crónicas, 1:26

Serug, Nahor, Térah


Serug, Nachôr, Thare


Serug, Nacor, Taré


Serug, Nacor, Taré


Serug, Nacor, Taré


Serug, Nachor, Thare


Serug, Nahor, Térah


Serug, Nahor, Térah


Serug, Najor, Téraj


Serug, Nacor, Taré


Serug, Najor, Téraj


Serug, Najor, Téraj


Sem, Arfaxad, Selá, Éber, Péleg, Reú, Serug, Najor, Téraj y Abram, a quien Dios le cambió el nombre por el de Abraham.


Serug, Nacor, Taré


Serug, Nacor, Taré


Serug, Najor, Téraj


Serug, Nacor, Taré


Serug, Nacor, Taré


Serug, Najor, Téraj


Serug, Nachôr, Thare


Serug, Nahor, Térah


Serug, Nahor, Térah


Hay que tener constantemente presente el versículo 1 Crónicas, 1:26 de La Biblia de manera que podamos reflexionar en torno a él.Seguramente sería acertado cuestionarse ¿Qué intentaba manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo 1 Crónicas, 1:26? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día seremos capaces de aprovechar lo que hemos aprendido gracias al versículo 1 Crónicas, 1:26 de Las Sagradas Escrituras?

Meditar en torno a lo que se refiere el versículo 1 Crónicas, 1:26 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por esa cuestión es útil servirse del versículo 1 Crónicas, 1:26 cuando creamos que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.