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1 Corintios, 16:21

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1 Corintios, 16:21

Yo, Pablo, les escribo a ustedes este saludo de mi puño y letra.


La salutación de mí, Pablo, de mi mano.


Yo, Pablo, os escribo esta salutación de mi propia mano.


Yo, Pablo, os escribo esta salutación de mi propia mano.


La salutación de mí, Pablo, de mi mano.


Salud. De mi mano, de Paulo.


Yo, Pablo, les escribo a ustedes este saludo de mi puño y letra.


Yo, Pablo, les escribo a ustedes este saludo de mi puño y letra.


Este saludo final es de mi puño y letra: Pablo.


Este saludo es de mi puño y letra—Pablo.


Yo, Pablo, les escribo estos saludos de mi puño y letra.


Este saludo final es de mi puño y letra: Pablo.


Yo, Pablo, les escribo este saludo con mi propia letra.


Este saludo es de mi puño y letra. Pablo.


ESTE ES MI SALUDO DE PUÑO Y LETRA: PABLO.


Yo, Pablo, escribo este saludo de mi puño y letra.


Yo, Pablo, los saludo.


La salutación de mi mano: Pablo.


Yo, Pablo, les escribo este saludo de mi puño y letra.


La salutación de mí, Pablo, de mi mano.


Yo, Pablo, les escribo este saludo con mi propia mano.


Yo, Pablo, les escribo este saludo con mi propia mano.


El versiculo 1 Corintios, 16:21 de La Santa Biblia consiste en algo que es conveniente tener en todo momento presente con el fin de meditar sobre él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué quiso decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo 1 Corintios, 16:21? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que tenemos la oportunidad de hacer valer lo que aprendemos gracias al versículo 1 Corintios, 16:21 de la Santa Biblia?

Reflexionar sobre el versículo 1 Corintios, 16:21 es un gran aporte que nos permite a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es conveniente apoyarse en el versículo 1 Corintios, 16:21 cada vez que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen de modo que podamos saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestro espíritu.