Las armas que usamos no son las del mundo, sino que son poder de Dios capaz de destruir fortalezas. Y así destruimos las acusaciones
(Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;)
porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas
porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas
(Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas de parte de Dios para la destrucción de fortalezas)
Porque las armas de nueſtra milicia no ſon carnales, ſino poderosas de parte de Dios para destruycion de fortalezas.
Las armas que usamos no son las del mundo, sino que son poder de Dios capaz de destruir fortalezas. Y así destruimos las acusaciones
Las armas que usamos no son las del mundo, sino que son poder de Dios capaz de destruir fortalezas. Y así destruimos las acusaciones
ni las armas con que peleo son humanas, sino divinas, con poder para destruir cualquier fortaleza. Soy capaz de poner en evidencia toda suerte de falacia
porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas
Las armas con las que luchamos no son de este mundo, sino que tienen el poder de Dios para destruir las fortalezas del enemigo. Con nuestras armas, también destruimos los argumentos de los que están e
ni las armas con que peleo son humanas, sino divinas, con poder para destruir cualquier fortaleza. Soy capaz de poner en evidencia toda suerte de falacia
Para destruir las fortalezas del mal, no empleamos armas humanas, sino las armas del poder de Dios.
Porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas
Usamos las armas poderosas de Dios, no las del mundo, para derribar las fortalezas del razonamiento humano y para destruir argumentos falsos.
Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas.
Porque las armas de nuestra milicia no son humanas, sino poderosas en Dios para destrucción de fortalezas que derriban argumentos
porque las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.
Las armas con las que luchamos no son las de este mundo, sino las poderosas armas de Dios, capaces de destruir fortalezas
(Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;)
ni luchamos con las armas de este mundo. Al contrario, usamos el poder de Dios para destruir las fuerzas del mal, las acusaciones
ni luchamos con las armas de este mundo. Al contrario, usamos el poder de Dios para destruir las fuerzas del mal, las acusaciones
El versiculo 2 Corintios, 10:4 de La Sagrada Biblia es algo que deberíamos tomar continuamente en cuenta de manera que podamos reflexionar en torno a él.Probablemente sería bueno preguntarse ¿Qué trataba de decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo 2 Corintios, 10:4? ¿En qué coyunturas de nuestra vida diaria tenemos la oportunidad de recurrir a aquello que aprendemos gracias al versículo 2 Corintios, 10:4 de la Santa Biblia?
Meditar sobre el versículo 2 Corintios, 10:4 es un gran aporte que nos permite a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es conveniente recurrir al versículo 2 Corintios, 10:4 cuando creamos que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer el sosiego a nuestro espíritu.