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2 Corintios, 5:1

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2 Corintios, 5:1

Nosotros somos como una casa terrenal, como una tienda de campaña no permanente; pero sabemos que si esta tienda se destruye, Dios nos tiene preparada en el cielo una casa eterna, que no ha sido hecha


PORQUE sabemos, que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos.


Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.


Sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna, en los cielos.


¶ Porque sabemos, que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa, no hecha de manos, eterna, en los cielos.


Porque fabemos que ſi la caſa terrestre de eſta nueſtra habitacion ſe des hiziêre, que tenemos de Dios edificio, caſa, no hecha de manos, eterna, en los cielos


Nosotros somos como una casa terrenal, como una tienda de campaña no permanente; pero sabemos que si esta tienda se destruye, Dios nos tiene preparada en el cielo una casa eterna, que no ha sido hecha


Nosotros somos como una casa terrenal, como una tienda de campaña no permanente; pero sabemos que si esta tienda se destruye, Dios nos tiene preparada en el cielo una casa eterna, que no ha sido hecha


Sabemos, además, que aunque se desmorone esta tienda corporal que nos sirve de morada terrestre, Dios nos tiene preparada en el cielo una morada eterna, no construida por manos humanas.


Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos.


Sabemos que Dios nos tiene preparado un templo construido en el cielo para cuando nuestra carpa en este mundo sea destruida. Esa casa durará para siempre porque no ha sido construida por manos humanas


Sabemos, además, que aunque se desmorone esta tienda corporal que nos sirve de morada terrestre, Dios nos tiene preparada en el cielo una morada eterna, no construida por manos humanas.


Sabemos que cuando esta tienda de campaña en que vivimos se desmantele, recibiremos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas.


Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos.


Pues sabemos que, cuando se desarme esta carpa terrenal en la cual vivimos (es decir, cuando muramos y dejemos este cuerpo terrenal), tendremos una casa en el cielo, un cuerpo eterno hecho para nosotr


De hecho, sabemos que, si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas.


Sabemos que si se deshace nuestra casa terrenal, este tabernáculo, tenemos un edificio de Dios, una casa eterna en el cielo no hecha por manos.


Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, esta tienda temporal, se deshace, tenemos un edificio de parte de Dios, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos.


Bien sabemos que si se deshace nuestra casa terrenal, es decir, esta tienda que es nuestro cuerpo, en los cielos tenemos de Dios un edificio, una casa eterna, la cual no fue hecha por manos humanas.


PORQUE sabemos, que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos.


Bien sabemos que en este mundo vivimos como en una tienda de campaña, que un día será destruida. Pero en el cielo tenemos una casa permanente, construida por Dios y no por seres humanos.


Bien sabemos que en este mundo vivimos como en una tienda de campaña, que un día será destruida. Pero en el cielo tenemos una casa permanente, construida por Dios y no por seres humanos.


El versiculo 2 Corintios, 5:1 de La Sagrada Biblia es algo que es muy recomendable tomar siempre en cuenta con el propósito de analizarlo y pensar acerca de él.Seguramente sería bueno preguntarse ¿Qué quiso proponernos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo 2 Corintios, 5:1? ¿En qué momentos de nuestro día a día seremos capaces de aprovechar lo que aprendemos gracias al versículo 2 Corintios, 5:1 de La Sagrada Biblia?

Discurrir y recapacitar en torno a lo que se refiere el versículo 2 Corintios, 5:1 nos ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por esa cuestión es conveniente servirse del versículo 2 Corintios, 5:1 todas las veces que nos pueda servir de guía de modo que podamos saber qué pasos dar o para traer paz a nuestro espíritu.