que cuando uno, creyendo que me daba buenas noticias, vino a contarme que Saúl había muerto, la noticia le valió que yo lo apresara y lo matara en Siclag.
Que cuando uno me dió nuevas, diciendo, He aquí Saúl es muerto imaginándose que traía buenas nuevas, yo lo prendí, y le maté en Siclag en pago de la nueva.
que cuando uno me dio nuevas, diciendo: He aquí Saúl ha muerto, imaginándose que traía buenas nuevas, yo lo prendí, y le maté en Siclag en pago de la nueva.
Al que me dio la noticia de que Saúl había muerto, imaginándose que traía buenas noticias, yo lo prendí y lo maté en Siclag, como pago por esa noticia.
que cuando uno me dio nuevas, diciendo: He aquí Saúl ha muerto imaginándose que traía buenas nuevas, yo lo prendí, y le maté en Siclag en pago de la nueva.
Que quando vno me dió nueuas diziendo, Heaqui Saul es muerto, elqual pẽsaua que traya buenas nueuas, yo lo tomé, y lo maté en Siceleg en premio de la buena nueua.
que cuando uno, creyendo que me daba buenas noticias, vino a contarme que Saúl había muerto, la noticia le valió que yo lo apresara y lo matara en Siclag.
que cuando uno, creyendo que me daba buenas noticias, vino a contarme que Saúl había muerto, la noticia le valió que yo lo apresara y lo matara en Siclag.
Si al que me anunció la muerte de Saúl, creyendo que me daba una buena noticia, yo lo detuve y lo hice matar en Siclag, pagándole así su buena noticia
que cuando uno me avisó, diciendo: «He aquí, Saúl ha muerto», pensando que me traía buenas noticias, yo lo prendí y lo maté en Siclag, lo cual fue el pago que le di por sus noticias.
Ya una vez antes alguien pensó que me traía buenas noticias, y me dijo: “Saúl está muerto”, pero yo agarré a ese hombre y lo maté en Siclag, de esa forma le pagué la buena noticia.
Si al que me anunció la muerte de Saúl, creyendo que me daba una buena noticia, yo lo detuve y lo hice matar en Siclag, pagándole así su buena noticia
La recompensa que le di a aquel que me dijo: “Saúl ha muerto”, pensando que me traía una buena noticia, fue apresarlo y hacerlo matar en Siclag.
porque cuando uno me avisó: “Saúl ha muerto”, pensando que me traía buenas noticias, yo lo prendí y lo maté en Siclag, lo cual fue el pago que le di por sus noticias.
Una vez alguien me dijo: “Saúl ha muerto”, pensando que me traía buenas noticias. Pero yo lo agarré y lo maté en Siclag. ¡Esa fue la recompensa que le di por sus noticias!
les juro que quien me anunció la muerte de Saúl se imaginaba que me traía buenas noticias, ¡pero la recompensa que le di por tan “buenas noticias” fue apresarlo y matarlo en Siclag!
Si al que me informó: ciertamente Saúl murió, lo detuve y ordené que lo mataran en Siclag en pago por la noticia, aunque se creía portador de buenas noticias
Si cuando uno, imaginándose que me traía buenas noticias, me informó diciendo: “Saúl ha muerto”, yo lo prendí y lo maté en Siclag, en pago de sus buenas noticias
que cuando otro hombre, pensando que me traía buenas noticias, me comunicó que Saúl había muerto, yo lo agarré y, en pago de esa noticia, le di muerte en Siclag.
Que cuando uno me dió nuevas, diciendo: He aquí Saúl es muerto imaginándose que traía buenas nuevas, yo lo prendí, y le maté en Siclag en pago de la nueva.
Al que me dio la noticia de que Saúl había muerto, lo agarré y lo maté en Siclag.
Al que me dio la noticia de que Saúl había muerto, lo agarré y lo maté en Siclag.
Hay que tener constantemente presente el versículo 2 Samuel, 4:10 de La Sagrada Biblia a fin de meditar acerca de él.Probablemente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué pretendía manifestarnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo 2 Samuel, 4:10? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida diaria en que seremos capaces de poner en práctica lo que aprendemos gracias al versículo 2 Samuel, 4:10 de la Santa Biblia?
El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo 2 Samuel, 4:10 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por eso es oportuno acudir al versículo 2 Samuel, 4:10 cada vez que pueda servirnos de guía y así saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones.