2 (1) No te apresures, ni con los labios ni con el pensamiento, a hacer promesas a Dios, pues Dios está en el cielo y tú en la tierra. Por eso, habla lo menos que puedas
No te des priesa con tu boca, ni tu corazón se apresure á proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto, sean pocas tus palabras.
No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.
No te des prisa a abrir tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios, porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra. Sean, por tanto, pocas tus palabras.
No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.
Porque como de la mucha occupacion viene el sueno, anſi la boz del loco, de la multitud de las palabras.
porque por mucho pensar se tienen pesadillas, y por mucho hablar se dicen tonterías.
2 (1) No te apresures, ni con los labios ni con el pensamiento, a hacer promesas a Dios, pues Dios está en el cielo y tú en la tierra. Por eso, habla lo menos que puedas
pues excesivo trajín produce sueño, y excesivas palabras dan lugar a tonterías.
No te des prisa en hablar, ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra; por tanto sean pocas tus palabras.
Ten cuidado cuando le hagas promesas a Dios, mide tus palabras. No dejes que tus sentimientos te hagan hablar sin pensar. Dios está en el cielo y tú en la tierra, así que sé breve, porque como dice el
pues excesivo trajín produce sueño, y excesivas palabras dan lugar a tonterías.
pues él está en el cielo y tú aquí abajo en la tierra; sean, pues, pocas tus palabras.
No te des prisa en hablar, Ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra; Por tanto sean pocas tus palabras.
No hagas promesas a la ligera y no te apresures a presentar tus asuntos delante de Dios. Después de todo, Dios está en el cielo, y tú estás aquí en la tierra. Por lo tanto, que sean pocas tus palabras
No te apresures, ni con la boca ni con la mente, a proferir ante Dios palabra alguna; él está en el cielo y tú estás en la tierra. Mide, pues, tus palabras.
No te apresures con tu boca. Ni se apremie tu corazón a expresar palabra ante ʼELOHIM, Porque ʼELOHIM está en el cielo y tú en la tierra. Por tanto, sean pocas tus palabras.
No te precipites con tu boca ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.
No permitas que tu boca ni tu corazón se apresuren a decir nada delante de Dios, porque Dios está en el cielo y tú estás en la tierra. Por lo tanto, habla lo menos que puedas
No te des priesa con tu boca, ni tu corazón se apresure á proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto, sean pocas tus palabras.
2 (1) Ante Dios, piensa bien lo que vas a decir, pues Dios es más poderoso que tú.
2 (1) Ante Dios, piensa bien lo que vas a decir, pues Dios es más poderoso que tú.
Hay que tener siempre presente el versículo Eclesiastés, 5:2 de La Santa Biblia de manera que podamos analizarlo y pensar sobre él. ¿Qué quiso proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Eclesiastés, 5:2? ¿En qué momentos de nuestro día a día podemos hacer valer aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Eclesiastés, 5:2 de Las Sagradas Escrituras?
Dedicar tiempo a la meditación sobre el versículo Eclesiastés, 5:2 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa razón es oportuno acudir al versículo Eclesiastés, 5:2 todas las veces que nos pueda servir de guía de modo que podamos saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestras almas.