Éxodo, 29:30
Y el sacerdote descendiente de Aarón que ocupe su lugar y que entre en la tienda del encuentro para oficiar en el santuario, deberá llevar puesta esa ropa durante siete días.
Por siete días las vestirá el sacerdote de sus hijos, que en su lugar viniere al tabernáculo del testimonio á servir en el santuario.
Por siete días las vestirá el que de sus hijos tome su lugar como sacerdote, cuando venga al tabernáculo de reunión para servir en el santuario.
Durante siete días las vestirá aquel de sus hijos que tome su lugar como sacerdote, cuando venga al Tabernáculo de reunión para servir en el santuario.
Por siete días las vestirá aquel de sus hijos, que tome su lugar como sacerdote cuando venga al tabernáculo del testimonio para servir en el santuario.
Siete dias los vestirá el Sacerdote desus hijos, que en ſu lugar viniere àl Taber naculo del Testimonio à seruir enel Sanctuario.
Y el sacerdote descendiente de Aarón que ocupe su lugar y que entre en la tienda del encuentro para oficiar en el santuario, deberá llevar puesta esa ropa durante siete días.
Y el sacerdote descendiente de Aarón que ocupe su lugar y que entre en la tienda del encuentro para oficiar en el santuario, deberá llevar puesta esa ropa durante siete días.
El hijo de Aarón que le suceda en el sacerdocio, las vestirá durante siete días, cada vez que entre en la Tienda del encuentro para oficiar en el santuario.
Por siete días las vestirá aquel de sus hijos que tome su lugar como sacerdote, cuando entre en la tienda de reunión para ministrar en el lugar santo.
El hijo que remplace a Aarón usará la ropa sagrada durante siete días en toda ocasión que vaya a la carpa del encuentro para oficiar como sacerdote.
El hijo de Aarón que le suceda en el sacerdocio, las vestirá durante siete días, cada vez que entre en la Tienda del encuentro para oficiar en el santuario.
Cualquiera que sea el sumo sacerdote que suceda a Aarón, deberá usar estas vestiduras durante siete días, al entrar al santuario para ministrar en el Lugar Santo.
Por siete días las vestirá aquel de sus hijos que tome su lugar como sacerdote, cuando entre en la tienda de reunión para ministrar en el lugar santo.
El descendiente que lo suceda en el cargo de sumo sacerdote llevará puestas estas vestiduras durante siete días mientras ministra en el tabernáculo y en el Lugar Santo.
Cualquiera de los sacerdotes descendientes de Aarón que se presente en la Tienda de reunión para ministrar en el Lugar Santo, deberá llevar puestas esas vestiduras durante siete días.
Durante siete días el sacerdote que sea su sucesor de entre sus hijos las vestirá cuando entre en el Tabernáculo de Reunión para ministrar en el Santuario.
El hijo suyo que sea sacerdote en su lugar y que entre al tabernáculo de reunión para servir en el santuario, las vestirá durante siete días.
El hijo suyo que tome su lugar como sacerdote las vestirá durante siete días, cuando venga al tabernáculo de reunión para servir en el santuario.
Por siete días las vestirá el sacerdote de sus hijos, que en su lugar viniere al tabernáculo del testimonio á servir en el santuario.
Siempre que alguno de ellos entre en el santuario como mi sacerdote, deberá llevar puesto ese traje durante siete días.
Siempre que alguno de ellos entre en el santuario como mi sacerdote, deberá llevar puesto ese traje durante siete días.
Es conveniente tener continuamente presente el versículo Éxodo, 29:30 de los Textos Sagrados que componen la Biblia a fin de reflexionar en torno a él.Probablemente sería acertado cuestionarse ¿Qué quiso manifestarnos el Señor con el versículo Éxodo, 29:30? ¿En qué ocasiones de nuestra vida cotidiana seremos capaces de aprovechar aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Éxodo, 29:30 de la Santa Biblia?
El hecho de reflexionar en relación con el versículo Éxodo, 29:30 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, por ese motivo es aconsejable servirse del versículo Éxodo, 29:30 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber qué pasos dar o para traer la tranquilidad a nuestras almas.
