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Ezequiel, 25:1

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Ezequiel, 25:1

El Señor se dirigió a mí, y me dijo


Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo


Vino a mí palabra de Jehová, diciendo


Vino a mí palabra de Jehová, diciendo


Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo


Y Fue Palabra de Iehoua à mi, diziendo.


El Señor se dirigió a mí, y me dijo


El Señor se dirigió a mí, y me dijo


El Señor me dirigió la palabra


Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo


Entonces el SEÑOR me dijo


El Señor me dirigió la palabra


Luego me llegó un mensaje del SEÑOR otra vez


Y vino a mí la palabra del SEÑOR


Luego recibí este mensaje del SEÑOR


El SEÑOR me dirigió la palabra


La Palabra de YAVÉ vino a mí


Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo


La palabra del Señor vino a mí, y me dijo


Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo


Dios también me dijo: «Ezequiel, enfréntate a los amonitas y diles de mi parte que pongan mucha atención a este mensaje contra ellos: “Ustedes se alegraron cuando vieron que mi templo y la tierra de I


Dios también me dijo: «Ezequiel, enfréntate a los amonitas y diles de mi parte que pongan mucha atención a este mensaje contra ellos: “Ustedes se alegraron cuando vieron que mi templo y la tierra de I


El versiculo Ezequiel, 25:1 de La Sagrada Biblia es algo que hay que tomar siempre en cuenta con el objetivo de reflexionar sobre él.Probablemente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de manifestarnos Dios con el versículo Ezequiel, 25:1? ¿En qué momentos de nuestra vida diaria podemos recurrir a lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Ezequiel, 25:1 de Las Sagradas Escrituras?

Reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Ezequiel, 25:1 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa cuestión es aconsejable acudir al versículo Ezequiel, 25:1 cada vez que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber cómo proceder o para traer paz a nuestras almas.