El Señor se dirigió a mí, y me dijo
Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo
Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo
Y Fue Palabra de Iehoua à mi, diziendo.
El Señor se dirigió a mí, y me dijo
El Señor se dirigió a mí, y me dijo
El Señor me dirigió la palabra
Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo
El SEÑOR me habló
El Señor me dirigió la palabra
Nuevamente me vino un mensaje del SEÑOR
Y vino a mí la palabra del SEÑOR
Nuevamente recibí un mensaje del SEÑOR
El SEÑOR me dirigió la palabra
La Palabra de YAVÉ vino a mí
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo
La palabra del Señor vino a mí, y me dijo
Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo
Dios también me dijo
Dios también me dijo
Es conveniente tomar en todo momento en consideración el versículo Ezequiel, 35:1 de La Santa Biblia con la finalidad de meditar acerca de él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué intentaba decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Ezequiel, 35:1? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida cotidiana en que tenemos la oportunidad de hacer valer lo que aprendemos gracias al versículo Ezequiel, 35:1 de La Sagrada Biblia?
Meditar en torno a lo que se refiere el versículo Ezequiel, 35:1 nos es de gran ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la razón por la cual es aconsejable apoyarse en el versículo Ezequiel, 35:1 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestras almas.