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Ezequiel, 35:6

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Ezequiel, 35:6

Pero yo, el Señor, juro por mi vida que te entregaré a la muerte, y la muerte te perseguirá. Eres culpable de muerte, y la muerte te perseguirá.


Por tanto, vivo yo, dice el Señor Jehová, que á sangre te diputaré, y sangre te perseguirá: y pues la sangre no aborreciste, sangre te perseguirá.


por tanto, vivo yo, dice Jehová el Señor, que a sangre te destinaré, y sangre te perseguirá; y porque la sangre no aborreciste, sangre te perseguirá.


por eso, vivo yo, dice Jehová, el Señor, que a sangre te destinaré y sangre te perseguirá. Porque no aborreciste la sangre, sangre te perseguirá.


por tanto, vivo yo, dijo el Señor DIOS, que a sangre te disputaré, y sangre te perseguirá; y si no aborrecieres la sangre, sangre te perseguirá.


Portanto biuo yo, dixo el Señor Iehoua, que para sangre te diputaré, y sangre te perseguirá: y ſi no aborrecieres la sangre, sangre te perseguirá.


Pero yo, el Señor, juro por mi vida que te entregaré a la muerte, y la muerte te perseguirá. Eres culpable de muerte, y la muerte te perseguirá.


Pero yo, el Señor, juro por mi vida que te entregaré a la muerte, y la muerte te perseguirá. Eres culpable de muerte, y la muerte te perseguirá.


juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que te reduciré a sangre y que la sangre te perseguirá; eres rea de sangre y la sangre te perseguirá.


por tanto, vivo yo —declara el Señor DIOS—, que a sangre te entregaré y la sangre te perseguirá; ya que no has odiado el derramamiento de sangre, la sangre te perseguirá.


Así lo afirma el Señor DIOS: Prometo por mí mismo que me vengaré, y la venganza te perseguirá. ¡Juro que odiarás la venganza, pero la venganza te perseguirá!


juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que te reduciré a sangre y que la sangre te perseguirá; eres rea de sangre y la sangre te perseguirá.


¡Te lo aseguro!, dice el SEÑOR Dios, ¡ya que pareces disfrutar tanto de la sangre, te daré tu propio baño de sangre! ¡Tu turno ha llegado!


por tanto, vivo Yo’, declara el Señor DIOS, ‘que a sangre te entregaré y la sangre te perseguirá. Ya que no has odiado el derramamiento de sangre, la sangre te perseguirá.


Tan cierto como que yo vivo, dice el SEÑOR Soberano, ya que no muestras rechazo alguno a la sangre, te daré tu propio baño de sangre. ¡Ahora te toca a ti!


tan cierto como que yo vivo, que te anegaré en sangre, y la sangre te perseguirá. Lo afirma el SEÑOR omnipotente: eres culpable de muerte, y la muerte no te dará tregua.


Por tanto vivo Yo, dice ʼADONAY YAVÉ, que a sangre te destinaré, y la sangre te perseguirá. Porque no aborreciste la sangre, la sangre te perseguirá.


por eso, ¡vivo yo, que a la sangre te destinaré, y la sangre te perseguirá!, dice el SEÑOR Dios. Ya que no aborreciste la sangre, esta te perseguirá.


Por eso, juro que la sangre será tu destino. Puesto que no aborreces la sangre, siempre la sangre te perseguirá. —Palabra de Dios el Señor.


Por tanto, vivo yo, dice el Señor Jehová, que á sangre te diputaré, y sangre te perseguirá: y pues la sangre no aborreciste, sangre te perseguirá.


Ustedes dicen que odian la violencia, pero yo les juro que sufrirán una muerte violenta.


Ustedes dicen que odian la violencia, pero yo les juro que sufrirán una muerte violenta.


El versiculo Ezequiel, 35:6 de los Textos Sagrados que componen la Biblia es algo que es conveniente tomar continuamente en consideración con la finalidad de analizarlo y pensar acerca de él.Tal vez sería acertado cuestionarse ¿Qué intentaba manifestarnos Dios Padre con el versículo Ezequiel, 35:6? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida diaria en que seremos capaces de llevar a la práctica lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Ezequiel, 35:6 de Las Sagradas Escrituras?

Meditar en relación con el versículo Ezequiel, 35:6 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, por ese motivo es útil acudir al versículo Ezequiel, 35:6 siempre que nos pueda servir de guía para saber cómo actuar o para traer la paz a nuestros corazones y almas.